Juan Antonio Anquela metió una marcha más en la segunda jornada de la pretemporada del RC Deportivo, con una primera doble sesión de entrenamientos en la la intensidad fue in crescendo.
Por la mañana, en un test de aproximadamente 80 minutos de duración —el lunes el equipo trabajó 60—, el técnico comenzó a pisar el acelerador.
Y lo hizo con un ensayo en el que primó la preparación física, con ejercicios de carrera continua y diversos rondos.
El plantel, por espacio de casi tres cuartos de hora, concedió importancia a ejercicios de posesión de balón.
A continuación el míster delegó el protagonismo en el preparador físico Marcos Marcén, que diseñó un exigente circuito consistente en cuatro fases bien diferenciadas: una de flexiones, otra de pesas y las dos restantes de conducción de balón con diversos obstáculos.
La totalidad de futbolistas disponibles salvo el lesionado Michele Somma se emplearon a fondo en el segundo entrenamiento semanal.
Las nuevas adquisiciones deportivistas, Vassilis Lampropoulos, Borja Galán y Ager Aketxe, recibieron constantes atenciones por parte de sus nuevos compañeros para facilitarles su rápida adaptación al vestuario.
Después de una hora y veinte minutos de trabajo los futbolistas herculinos realizaron los pertinentes estiramientos físicos y se marcharon a las duchas, preparándose para redoblar sus esfuerzos en el entrenamiento vespertino, programado para las 18.30 horas.
Simón, ‘tocado’
Por la tarde la plantilla herculina prosiguió optimizando su puesta a punto con su tercer test de pretemporada, un entrenamiento en el que primó el toque de balón.
Anquela dio paso a una serie de movimientos tácticos por líneas con sus futbolistas, con transiciones de defensa-ataque y una serie de remates a puerta.
David Simón, con molestias físicas, no tomó parte, al igual que Somma, también al margen por precaución.