El Fabril no levanta cabeza. En vez de mejorar su juego, lo empeora. Ayer no pudo maquillar el resultado como en As Eiroas contra el Bergantiños, con un gol de penalti de Boedo ante la superioridad carballesa. Hugo un solo filial en Abegondo, el del Lugo, que no empezó la temporada especialmente bien, una temporada en la que el Fabril, en ocho jornadas, solo ha sido capaz de ganar al Paiosaco y al As Pontes en casa. 

El plan de partido de Valerón cambió ligeramente respecto a la gran mayoría de partidos de este curso. Invirtió el dibujo en el centro del campo. En vez de jugar con doble pivote y mediapunta, lo hizo con mediocentro defensivo (Kanouté) y dos interiores (Villares y Sanmartín). Regresó Manu Mosquera a la titularidad después de varias jornadas en el banquillo y actuó en la banda derecha. Juan Cambón volvió a ser titular por tercera jornada consecutiva como delantero centro y no hizo recordar el golazo que le metió al Villalbés sino que fue expulsado en el minuto 76. En banda izquierda actuó Javi Sánchez, que tampoco se parece al que llegó al Deportivo el año pasado. La línea defensiva y el portero fueron los mismos que contra el Bergantiños. 

En la primera mitad, el Fabril, lento en la circulación y sin soluciones en la parcela de campo del Polvorín, apenas se acercó en dos ocasiones con relativo peligro al área visitante. Tampoco dominó el filial lucense, que jugó con 1-4-4-2 en rombo, pero tuvo las mejores ocasiones de la primera mitad y sacó hasta seis veces desde la esquina. 

Segunda mitad
A los diez minutos del segundo acto llegó el 0-1. Falta lateral ejecutada por Gabarre y cabezazo de Escobar. Ni cinco minutos pasaron para que llegase el 0-2. Contraataque de libro en el que el Polvorín descubrió las debilidades del Fabril, Christian regateó a Brea y marcó a puerta vacía. El partido tenía mala pinta para los de Valerón y se confirmó en el 71, con un nuevo gol de Antón Escobar, uno de los mejores delanteros de la categoría.

El Fabril disimuló la goleada con un gol anotado por Sanmartín, el 1-3, tras recibir un buen balón interior. Por si había dudas de que el Lugo B estaba conquistando Abegondo, Iago Novo, un exdeportivista, firmó el 1-4 tras varios rechaces en el área.

Sensaciones
El Fabril volvió a dejar sensaciones malas, y no precisamente por perder por 1-4 contra el otro filial de la categoría, no por el juego en el partido de ayer sino por la trayectoria y la imagen que ha dado desde el comienzo de la temporada. En vez de mejorar, empeora. Sigue siendo un equipo previsible y, aunque queda mucho, el filial del Depor no transmite buenas vibraciones.