El defensa y capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, recalcó que en su opinión la roja que le mostró el colegiado en el Clásico era "excesiva" porque no hubo "contacto" ni intención de "agredir" a Leo Messi, y que se dirigió a Gerard Piqué cuando se marchaba a vestuarios porque es al que le gusta "siempre opinar" sobre las labores arbitrales.
"Después de verla bastantes veces para poder hablar, a mi manera de entender el fútbol es una roja excesiva y ha marcado los últimos minutos. Es cierto que llego tarde, pero no hay contacto él salta, y no hay intención de agredir a Leo, él lo hace muy bien. Después de tantos años en el fútbol creo que es amarilla, ha sido muy determinante", señaló Ramos ante los medios.
El andaluz dejó claro que no van a "hablar de los árbitros". "No es nuestro estilo, pero te vas un poco indignado", indicó. "No me he dirigido al árbitro, pero sí a Piqué, que es al que le gusta siempre opinar y de jugar a las polémicas. Puede ser que sea mejor hablar y que tenga sus resultados", añadió.
El de Camas replicó que había visto la jugada "70 veces" en relación que Piqué había declarado que cuando la viese opinaría distinto, mientras que zanjó con un "será eso" las palabras del catalán sobre que el Real Madrid no está acostumbrado a esos arbitrajes en su estadio.
"Pero no voy a entrar en polémicas. Estamos dolidos por no haber podido dar una alegría sobre todo a nuestra afición que nos ha arropado y nos ha llevado en volandas y porque podíamos haber dado un paso y un golpe importante, pero seguimos dependiendo de nosotros y el que se tire ahora del barco que después no venga a celebrarlo", remarcó.
Para el central, las palabras sobre los arbitrajes pueden ser "una manera de meter presión". "A veces puede ser que condicione a la hora de tomar decisiones. Los árbitros se pueden equivocar, y nosotros tenemos que pasar página y mirar al frente", zanjó, eludiendo hablar del posible penalti de Umtiti a Cristiano Ronaldo porque no "va a cambiar nada" y subrayando que "cada uno celebra los goles como quiere" tras el festejo 'desafiante' de Messi tras el 2-3.