Javi Álvarez cogió las riendas del Laracha en enero tras la dimisión de Josito Fuentes después de la jornada 20. El equipo sumaba 18 puntos en la decimoquinta posición, dos por encima del descenso. Ahora es decimocuarto con 31 puntos, con un margen de cuatro sobre la zona roja y con siete jornadas por delante.
El técnico asume que, ante los posibles arrastres de Segunda B –ahora mismo descenderían Cerceda, Racing de Ferrol y Pontevedra– hay que dejar a seis o siete equipos por debajo. “Ya conseguimos engancharnos a ese segundo vagón por encima del descenso y nuestro cometido en estos últimos siete partidos es sumar la mayor parte de puntos posibles”, destaca.
El domingo se mide en casa al Villalonga, colista y prácticamente sentenciado al descenso. “Tenemos que sacar la victoria, sí o sí, ir a por el partido y ser conscientes de que, todo lo que no sean los tres puntos, no sería bueno”, avisa Álvarez.
Una semana después, duelo directo contra el Arenteiro –suma los mismos puntos que el Laracha– en O Carballiño. “Ahora mismo sí que miramos los duelos directos, pero todavía quedan siete partidos y pensamos más en ese conjunto”, matiza el técnico.
¿Cuántos puntos necesita el Laracha para asegurar la permanencia? “No hice un cálculo todavía. Y aunque lo hiciese no vale de nada sin saber cuántos arrastres va a haber y en qué posición vamos a terminar”, opina Javi.
Dinámica positiva
El Laracha perdió los dos primeros partidos con Álvarez en el banquillo (en Barbadás, 2-1, y en casa contra el Compostela, 0-1) y, desde entonces, suma solo dos derrotas en nueve partidos y encadena tres jornadas sin perder.
“La idea desde que llegamos, en estas circunstancias, es sumar en todos los partidos posibles y creo que la dinámica es buena. Ahora tenemos que intentar sumar de tres en tres para seguir creciendo”, comenta el preparador sadense.
¿Qué ha cambiado en el Laracha desde la llegada de Javi al banquillo del Municipal? “Creo que tenemos una idea de juego real, aunque la adaptamos en función del campo, del rival y de los futbolistas que utilizamos. El grupo está más unido porque hemos conseguido que todos los jugadores sean más o menos importantes y, a nivel de entrenamientos, hemos intentado mejorar el ritmo y, a partir de ahí, el trabajo se ha visto refrendado”, resume el técnico, que afronta siete finales para sacar a su equipo de la zona de peligro. El domingo, a las 17.30 horas, primera piedra ante el colista Villalonga.
Un rival sentenciado
El Laracha es favorito ante un rival prácticamente condenado al descenso por su situación, último clasificado con 21 puntos, y por una dinámica perdedora. Suma solo una victoria en los últimos 23 partidos y el miércoles cayó en el partido aplazado de la jornada 29 contra el Choco (0-2). Además perdió por lesión al central Adrián Santos.