Puñetazo en la mesa de un sólido Basquet Coruña, que igualó la eliminatoria tras anotarse el segundo envite en el Nou Congost, donde demostró carácter y haber aprendido la lección del primero.
La intención del arriba firmante era contar con pelos y señales lo que ocurrió durante los 40 minutos, pero la inutilidad de la FEB lo impide. En vez de dar el partido por su web, la entidad que preside Jorge Garbajosa sigue emperrada en ofrecer algunos encuentros por Facebook Live, un soporte que lleva toda la temporada dando problemas. Y ayer no fue menos: adiós señal tras el descanso. Un descanso al que se llegó con el Basquet Coruña seis puntos arriba (38-44).
Así que vamos con los pelos y las señales de los primeros 20 minutos.
Olmos desencadenado
De inicio se vio un BC más enchufado que en el comienzo de la serie. Sobre todo a Olmos, que se marcó un ‘rosco’ y fue eliminado muy pronto por faltas en el primer episodio.
El alicantino, enrabietado –terminó el partido del pasado viernes enfadadísimo por el maltrato arbitral–, no solo firmó los 10 puntos naranjas, también cargó con dos faltas a Trias en poco más de dos minutos (4-10).
Sin embargo, los árbitros no tardaron en compensar, señalándole una en ataque y otra inexistente en defensa. Sin él, Sakho se puso la botas, anotando 7 puntos, los 5 primeros en un parcial de 11-0 que volteó el marcador (15-10). El Coruña, con un juego ordenado y corriendo a la mínima oportunidad, mantuvo el pulso (21-21) pese al 1 de 6 en triples y los 7 rebotes ofensivos del Manresa en el acto inicial, la mitad de los que sumaría en los siguientes 30 minutos.
La mejor cara
El segundo mostró la mejor cara del cuadro herculino. Cerró su propio rebote y, con una zona 2-3 de ajustes, frenó en seco a los locales. Monaghan templó el parquet y Olmos lo calentó sacando falta tras falta –y anotando libres–, lo que inflamó a la grada, muy enfadada con los colegiados.
Un triple de Monaghan elevó la renta visitante a dos dígitos (29-40), una renta que menguó porque Allen acertó desde el arco, Ferreiro erró dos libres y Lundberg los metió (38-44).
A la vuelta de vestuarios ambos equipos encontraron la puntería desde la larga distancia. Monaghan abrió la hostilidades y Muñoz tomó el testigo, con dos triples consecutivos que colocaron al Manresa a rebufo (50-52).
De la exhuberancia anotadora del tercio inicial, a la sequía absoluta en el central, con ocho lanzamientos seguidos errados entre ambos equipos.
Sonseca rompió la dinámica y empezó su show particular. Después de un parcial de 5-0 devolviera la iniciativa al Manresa (55-54) y de que Gilling empatara con un libre, el pívot asistió dos veces a Monaghan (55-59). En el tramo final, cuatro puntos de Flis conservaron la renta (59-63).
La poca anotación en el arranque del cuarto permitió al BC mantener las distancias. Sonseca, a falta de poco más de dos minutos, estableció un esperanzador 66-73. Y el Manresa ya no fue capaz de ponerse a menos de cuatro.
El carrusel final de lanzamientos libres no hizo más que certificar que el Coruña jugará al menos dos partidos más, ambos en Riazor. Dos partidos que podrían catapultarlo a las semifinales.