El conjunto coruñés acumula seis jornadas sin ganar, en las que ha enlazado tres derrotas (ante el Huesca, el Rayo Vallecano y el Albacete) y tres empates (frente al Sporting de Gijón, el Numancia y el Cádiz), después de haber iniciado la temporada con el único triunfo que ha conseguido hasta la fecha, ante el Oviedo (3-2).

El Deportivo no protagonizaba una serie tan larga de partidos sin ganar en Segunda División desde que se pasó siete jornadas (una más que ahora) alejado de la victoria en la temporada 1989-90.

Entonces, perdió con el Elche, el Castilla y el Recreativo de Huelva, igualó con el Burgos y el Figueres y cayó con el Espanyol y el Sabadell antes de cambiar la dinámica con un triunfo ante el Racing de Santander.

Esta temporada con seis puntos después de siete jornadas, el Deportivo está empatado con los puestos de descenso, precisamente con el Mirandés, que le visitará en Riazor en el octavo partido del curso, con la UD Las Palmas y también con dos que le preceden, el Málaga y el Racing de Santander.

Los tres que bajaron de la mano a Segunda División en la temporada 2017-18 lo están pasando aun peor que el curso pasado. A nivel deportivo, las cosas les van igual de mal a todos ellos; a nivel económico, el Deportivo es el único que no tuvo problemas para inscribir jugadores. El ejemplo para ellos es el Osasuna, que ascendió el curso pasado tras un flojo inicio.