El conjunto herculino llegó a la décima jornada de la temporada como el tercer equipo que menos faltas había hecho y, sin embargo, ya lideraba las expulsiones con tres rojas, a las que sumó otras dos y la de su entrenador este sábado ante el Córdoba.
Las expulsiones del Deportivo comenzaron en la primera jornada con la roja que le mostraron a Michael Krohn-Dehli por protestar una decisión arbitral ante el Albacete.
El jugador danés volvió a dejar al equipo con diez por doble amarilla en el encuentro de la quinta jornada con el Alcorcón.
Frente al Málaga, fue el máximo goleador de los deportivistas, Quique González, el que vio la roja directa por golpear a un rival en su intento por hacer una chilena. Lo nunca visto.
El delantero reapareció ante el Córdoba tras haber cumplido un encuentro de sanción y en el campo andaluz el Deportivo acusó otras tres expulsiones, dos de ellas de jugadores.
La primera fue la de Pablo Marí por doble amarilla y la segunda, la de Borja Valle, que vio la roja directa, según el acta, por insultar al árbitro, el valenciano Saúl Ais Reig.
También fue expulsado su entrenador, Natxo González, que se dirigió “al cuarto árbitro con la voz en grito, realizando aspavientos con los brazos de forma repetida y a poca distancia de su cara, en los siguientes términos: ‘¡Esto es un cachondeo, siempre igual, vaya tela!’”.
A la espera de lo que determine el Comité de Competición, los tres se perderán el partido del próximo sábado ante el Reus en el estadio Abanca-Riazor.
Alega la roja a Marí
El Deportivo ha comunicado que presentará alegaciones al acta de Ais Reig únicamente en lo referente a la segunda amarilla que vio Pablo Marí.
Marí vio la amonestación que le llevó al vestuario ha falta de veinte minutos por una falta a Jaime Romero que previamente había recibido otra entrada de Borja Valle. El Deportivo aportará pruebas videográficas para tratar de que le retiren esa amarilla y pueda jugar el partido con el Reus.
Dos partidos a Natxo
Lo normal es que al defensa le caiga un partido de sanción y que sean dos los que tenga que pasar el preparador deportivista en la grada. Desde ahí dirigirá las citas con uno de sus exequipos, el Reus, y también el de la siguiente semana ante la UD Las Palmas en el estadio de Gran Canaria.
Borja Valle, tres citas
El caso de Borja Valle es el más grave de todo. El berciano recibió un golpe de un rival en la cara, el árbitro dejó seguir la jugada atendiendo a la ley de la ventaja y posteriormente se acercó al jugador, según algunas fuentes, diciéndole que dejara de hacer teatro, lo que, en caliente, motivó la respuesta del delantero: “eres un sinvergüenza de mierda”.
Por esas palabras y la redacción del acta, que hace hincapié en que el jugador reiteró las manifestaciones y los compañeros le taparon la boca, Valle se perderá, probablemente, tres partidos. Además del Reus y la UD Las Palmas, el delantero blanquiazul no podría jugar contra el Oviedo, uno de sus exequipos, en Riazor.
El artículo 117 del código disciplinario recoge que “dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes”.
Más adelante, el artículo 137 sostiene que proferir insulto contra los árbitros implica una sanción de tres encuentros.
En Córdoba, el Depor perdió más que los dos puntos que le quitaron en el descuento.