El Deportivo, con su empate ante el CD Lugo en el derbi gallego (0-0), se quedó sin celebrar goles por primera vez en esta temporada.

El conjunto gallego acumulaba once partidos, nueve de esta campaña y dos de la anterior, con goles a su favor delante de sus aficionados.

El último encuentro sin acierto del Deportivo en casa también había sido un empate (0-0), el 17 de abril de 2018 en la trigésimo tercera jornada de LaLiga, ante el Sevilla, entonces en Primera División. Un encuentro en el que precisamente estaba Carlos Fernández en las filas hispalenses.

El ariete, que volvió este domingo a competir, tras perderse los duelos ante el Numancia, Zaragoza y el Cádiz, estuvo a punto de marcar. Su ocasión más clara, de cabeza, tras un gran centro de Diego Caballo, fue frustrada por Juan Carlos, que estuvo muy acertado defendiendo su arco. 

Precedentes
Después del 2-4 con el que acabaron los partidos con el Barcelona y el Villarreal, los dos últimos del curso pasado, los deportivistas iniciaron la temporada actual con una victoria por la mínima ante el Sporting (1-0), otro triunfo ante el Granada (2-1), un empate con el Málaga (1-1) y ganaron con la portería a cero a Elche (4-0), Reus (2-0), Oviedo (4-0) y Osasuna (2-0).

En los tres últimos choques, el Deportivo cedió un empate con el Numancia (2-2), ganó al Zaragoza (3-1), e igualó con el Lugo (0-0).

En Segunda División, Riazor no se quedaba sin ver goles de su equipo desde el 0-3 ante la Ponferradina en la trigésimo sexta jornada de la temporada 2013-14, curso en el que después igualó con el Eibar (1-1) y superó al Jaén (1-0) para regresar a la élite del fútbol nacional, objetivo que vuelve a tener esta campaña.

Sequía ofensiva
Otro de los datos negativos que dejó el empate fue que por segunda jornada consecutiva el Deportivo fue incapaz de marcar. Despidió el año yéndose de vacío del Ramón de Carranza, tras no conseguir marcar la dupla formada por Borja Valle y Quique. El domingo, fue Carlos Fernández muchos minutos el compañero del berciano y la proyección ofensiva no se culminó con una diana.

Tampoco con la entrada de Quique por Bergantiños, cuando los blanquiazules ya habían puesto toda la carne en el asador. Sí que gozaron de oportunidades, pero como reconoció Natxo González, faltó ese acierto que en otras ocasiones sí hubo en el área rival.

Finalmente Riazor se quedó, por primera vez en este curso, sin cantar un gol.