El Atlético de Madrid firmó un meritorio empate ante el Arsenal (1-1), en un encuentro en el que tuvo que jugar ochenta minutos con un hombre menos y sin Simeone, que fue expulsado por protestar. Adelantó Lacazette a los locales y empató Griezmann en el 82.
El partido comenzaba muy movido para los intereses rojiblancos. Antes de que se cumpliese el cuarto de hora se quedaban con diez y perdían a su entrenador, que era expulsado por protestar.
Sufrido inicio
Ya antes de quedarse en inferioridad numérica, el Arsenal había avisado hasta en tres ocasiones, por medio de Lacazette y Welbeck, erigiéndose de nuevo como salvador el gigante esloveno Jan Oblak. En pleno asedio de los ‘gunner’, Vrsaljko veía dos amarillas en un lapso de tiempo de diez minutos. Esto encendía los ánimos de un cuerpo técnico en el que Simeone acababa teniendo que abandonar el verde, en su quinta expulsión como técnico del conjunto madrileño.
Eran minutos de agobio para los visitantes. Ramsey estrellaba un remate en Godín y poco después Oblak repelía con la pierna en línea de gol el disparo de Welbeck (min.20). Los españoles protestaban cada dura entrada de los locales, pero Turpin no veía nada punible en ninguna acción.
De menos a más
A partir de la media hora de juego, el Atlético se iba encontrando en el campo y en el minuto 33 llegaba el primer tiro entre los tres palos, obra de Griezmann, que atrapaba Ospina. Los rojiblancos estaban más cómodos y Thomas se asociaba con Griezmann primero y después con Correa, en los mejores minutos de los españoles en la primera parte. Llegaba el descanso con el empate sin goles como mejor noticia de un primer acto aciago para los intereses del Atlético de Madrid.
Se conjuraba el cuadro rojiblanco en una piña en el túnel de vestuarios para aguantar e incluso tratar de llevarse el partido en la segunda parte. El Arsenal, por su parte, comenzaba la segunda parte con evidentes signos de frustración, al entender que tendría que ir por delante en el marcador.
Un fallo que sale caro
Los londinenses eran incapaces de encontrar un hueco en la tela de araña trenzada en los dominios rojiblancos. Era un encuentro trabado y con poca claridad de ideas. El Arsenal colgaba balones al área sin dueño, pero Griezmann se equivocaba al sacar el esférico desde atrás, los locales encontraban una grieta y hacían el primero. Recogía Whilsere la pelota y le ponía un centro medido a Lacazette, que remataba con poderío (min.61) Jarro de agua fría para los rojiblancos, a los que les empezaban a pesar las piernas.
Mientras, el Arsenal seguía ‘achuchando’, acumulando ocasiones de gol y buscando el mayor botín posible, el Atlético abría un resquicio para la esperanza. Recuperaban los rojiblancos en campo propio, abría Giménez para el galo, que controlaba ante Koscielny y batía a Ospina ante un Mustafi que se iba al suelo.
Oblak evitaba en el 86 con la punta de los dedos el remate de Ramsey y el Atlético salía vivo del Emirates, ante un Arsenal enrabietado.
Mientras, en la otra semifinal, el Olympique de Marsella se imponía de forma clara al Salzburgo (2-0).