El Deportivo de Natxo González no ha titubeado en los compases iniciales de la temporada 18-19 en Segunda División.
Pese a la metamorfosis casi absoluta que ha experimentado su plantilla, el equipo ha dado el do de pecho para comenzar puntuando y dando sensaciones de madurez y entereza en su juego.
No en vano, la escuadra coruñesa ha logrado cuatro de los primeros seis puntos en juego, mejorando de esa manera sus registros de las dos últimas temporadas en Segunda División, en las que acabó recuperando la categoría perdida ipso facto.
En las dos primeras entregas de las campañas 2013-14 y 2011-12 el conjunto coruñés no pudo pasar de los tres puntos en este tramo inicial de la temporada.
Con Fernando Vázquez como máximo responsable técnico, el equipo herculino debutó con victoria ante la UD Las Palmas en 2013 con un triunfo 0-1 con diana a cargo de Pablo Insua; sin embargo, el Depor sucumbió una semana después ante el calor de su afición de Riazor frente al Córdoba por 0-1.
Dos cursos antes, con José Luis Oltra en el banquillo y disponiendo de un plantel de campanillas, los herculinos también se estrenaban sumando de tres en tres como locales ante el Recreativo de Huelva (1-0), con tanto de Diego Colotto, para a continuación perder también en Riazor frente al Hércules por 0-1.
El actual entrenador deportivista, Natxo González, ha sabido confeccionar un bloque que hasta el momento presume de una destacada estabilidad, que se ha mantenido invicto en los dos encuentros de apertura del telón de la Liga.
El pasado fin de semana en Albacete el Deportivo rubricó un empate 1-1 que dejó sensaciones más bien agridulces, toda vez que el gol visitante de Domingos Duarte fue neutralizado a falta de cinco minutos por el conjunto manchego gracias a una pena máxima inexistente.
Solo desde el punto de penalti fue capaz el conjunto de Luis Miguel Ramis de batir a un club coruñés muy bien armado en la retaguardia y con una gran dosis de oficio.
Una semana después, también a domicilio, la primera victoria no se hizo esperar más tiempo y, ante un Extremadura muy ilusionado y competitivo, el Depor presentó sus credenciales de claro aspirante a regresar a Primera División.
Sin desplegar un juego fantástico los blanquiazules sacaron a relucir su pegada y rigor táctico para firmar tres puntos de oro sobre los que continuar creciendo.
La próxima parada del club de la Plaza de Pontevedra, también como visitante debido a las obras que se están llevando a cabo en el estadio de Riazor, será el sábado 1 frente al Tenerife, sobre el papel un adversario de mayor envergadura que sus dos primeros contrincantes. El Heliodoro calibrará al nuevo Depor. l