El estadio de Riazor parece haber perdido parte de su magia en los últimos tres meses de competición liguera, hasta el punto de que ya han volado diez puntos en el presente campeonato liguero.
A pesar de que la escuadra de Natxo González todavía permanece invicta ante sus fieles esta campaña, ya ha concedido cinco empates, algunos de ellos totalmente inesperados, como el del pasado sábado ante el colista Nàstic, que acabó firmando en los minutos finales el 1-1.
Un tropiezo que ha impedido a los coruñeses encaramarse a los puestos de ascenso directo al finalizar la 26ª jornada.
El Depor arrancó el presente curso como local en la jornada cuarta debido a las obras en las cubiertas de su estadio.
Después de tres compromisos consecutivos a domicilio, en los que no conoció la derrota, se estrenó en casa con una victoria agónica con el Sporting de Gijón (1-0) en el tiempo de descuento gracias a un cabezazo de Pablo Marí.
Después de esta contienda también se doblegó al Granada (2-1) con bastante autoridad, antes del primer empate, presidido por la polémica, ante el Málaga (1-1) en un partido condicionado por una roja directa a Quique González que indignó a todo el deportivismo.
Gran inicio difuminado
El borrón ante los costasoleños se quedó en una mera anécdota debido a la regularidad del equipo en A Coruña.
No en vano, los deportivistas se embolsaron seis triunfos en los primeros siete envites en el estadio Abanca-Riazor, habida cuenta de que después del Málaga cayeron de modo consecutivo el Elche (4-0), Reus (2-0), Oviedo (4-0) y Osasuna (2-0).
El choque ante el Numancia marcó un punto de inflexión negativo para el cuadro herculino, ya que desde ese momento saldó sus seis partidos anet su afición con cuatro empates y solo dos victorias.
La formación blanquiazul solo pudo dar buena cuenta de Zaragoza (3-1) y Albacete (2-0), mientras que selló tablas ante el cuadro soriano (2-2), Lugo (0-0), Tenerife (0-0) y Nàstic (1-1).
La mala racha de resultados se ha acentuado en los últimos cuatro duelos caseros, de los que el Depor solo pudo salir airoso en una ocasión, ante el Albacete.
En un momento de la competición en el que el RC Deportivo le ha tomado el pulso a la competición como visitante, sumando de tres en tres en dos escenarios complicados como El Molinón (1-2) y Los Cármenes (0-1), las fuerzas flaquean paradójicamente en Marineda.
Después de un revés como el experimentado el sábado, el equipo tiene la oportunidad de desquitarse en Málaga.