Carles Gil ya es historia para el Deportivo. El jugador, que parte mañana a Estados Unidos tras realizar la pretemporada en Marbella, iniciará en marzo su andadura en el New England Revolution de la MLS tras su paso por el club blanquiazul, que abandonó tras dos campañas y media.
“Soy un jugador que busca mucho la confianza, el estar a gusto, que te dejen demostrar todo lo que tienes y vi que en la temporada del Depor, por unas cosas o por otras, no encontraba esa situación. Soy feliz cuando disfruto del fútbol y creo que no lo estaba haciendo del todo y fue lo que más me pesó (en la decisión de abandonar el club), dentro de muchas cosas”, dijo en una entrevista a la Radio Galega.

Sin continuidad
El futbolista valenciano, a pesar de haber estado presente en 18 de 21 encuentros (siendo titular en 12), donde acumuló casi 1.000 minutos, considera que no tuvo la regularidad esperada. “Deportivamente no puedo decir que haya sido una etapa buena. Han pasado muchas cosas y si me preguntan qué marcó mi estancia en el Depor diría que fue mi lesión de pubis y luego muchas circunstancias. Reconozco que a veces no di el rendimiento que tenía que dar, otras veces no tuve la confianza que necesitaba por parte del entrenador. Pero a pesar de eso he sacado cosas muy positivas y he aprendido mucho”, apuntó.
Y es que aunque reconoce que “estaba muy feliz en la ciudad, adaptado y muy implicado en el objetivo” él notaba que “pasaban las semanas y no encontraba mi sitio”.
Decidió en verano quedarse en el Deportivo para brindarse “esa oportunidad e intentar ser más importante con respecto a los años anteriores”. Pero “al ver que no se no se daba eso” admite que sintió “un poco de frustración”. Pese a tener que decir adiós al equipo donde estuvo más años dejó claro que el club herculino será siempre “una segunda casa” y hasta que se muera será “un deportivista más”. Asimismo, dejó clara su total confianza en que el Deportivo regresará a Primera. “Si tuviese que apostar algo lo apostaría seguro porque creo que es la mejor plantilla". l