La selección española femenina de balonmano se despidió de cualquier posibilidad de poder pelear por las medallas en el Europeo de Dinamarca, tras caer ante Francia, en un choque en el que las ‘Guerreras’ no pudieron culminar la remontada que protagonizaron en las segunda parte.
Una reacción que vino en gran parte propiciada por el exceso de relajación en el que cayó en los segundos treinta minutos el conjunto francés, que pensando en el trascendental choque que disputará hoy ante Rusia, dio por concluido el choque antes de tiempo.
Circunstancia que no desaprovecharon las ‘Guerreras’, que llegaron a perder hasta por siete goles (18-11) para situarse a tan sólo un tanto (21-20) a diez minutos para la conclusión.
Pero si la gran mayoría de las jugadoras galas parecieron desconectarse del encuentro prematuramente, quien nunca lo hizo fue la guardameta Amandine Leynaud, que con sus paradas impidó finalmente el milagro español.
Una posibilidad de victoria que se antojaba una auténtica quimera dada la superioridad del conjunto francés, que desbordó por completo a las internacionales españolas.
Constantemente agarradas, desplazadas cuando no zarandeadas por sus rivales, las internacionales españolas sufrieron lo indecible para poder circular el balón.
Una circunstancia que no sólo impidió a España dotar de la menor fluidez a su juego ofensivo, sino que propició un sinfín de pérdidas de balón, un hecho que posibilitó el despegue definitivo francés, que se marchó al descanso con una renta de seis goles (16-10).
La vigente campeona llegó a contar hasta con una máxima ventaja de hasta siete tantos (18-11). Convencida del triunfo y pensando ya en el trascendental partido que en menos de 24 horas disputará ante Rusia, en el que se jugarán no sólo el billete para las semifinales, sino la posibilidad de evitar a la temible Noruega, Francia pareció dimitir.
Un panorama que no desaprovechó España, liderada por la tripleta formada por la central Silvia Arderuis, la lateral Carmen Campos y la pivote Kaba Gassama, para lograr lo impensable situarse a tan sólo (21-20) a diez minutos para la conclusión.
Tiempo en el que irrumpió imponente la figura de a guardameta francesa Amadine Leynaud, que con sus paradas en los minutos finales privó a España de cualquier posibilidad real de alzarse con la victoria, pese al 26-25 final.