Si no gana al Pontellas en A Porta Santa en la jornada 28 –nadie sabe cuándo se disputará si es que al final termina disputándose–, el Paiosaco completará una vuelta entera (19 partidos) sin conocer la victoria. Y no es porque el equipo de Juan Riveiro se haya dejado ir, todo lo contrario, pero la suerte no está sonriendo al conjunto verdiblanco, que ya está a quince puntos de la permanencia, esta temporada.
El último triunfo del Paiosaco data del 20 de octubre del año pasado. Es decir, dentro de tres días se cumplirán cinco meses de la última alegría de un equipo que ocupa la última posición de la tabla clasificatoria tras 27 jornadas.
La mala racha del Paiosaco se inició después de imponerse por 2-3 en San Campio 2 al Pontellas. Aquel encuentro ante el que hoy es penúltimo se puso cuesta arriba en el tramo final de la primera parte porque Guille hizo el 1-0 para el equipo de José Curiel en el minuto 43. Una de las pocas decisiones arbitrales que tuvo de cara la escuadra de Juan Riveiro fue el penalti y expulsión de Toni, guardameta del Pontellas, en el minuto 52 de aquel partido. El rival se quedó en inferioridad numérica, Iván Amor transformó la pena máxima en gol y, veinte minutos después, el propio Iván puso por delante al Paiosaco (1-2), que también terminaría el duelo con diez futbolistas por la expulsión de Aythami en el 85. Aún así, Juan de Dora finiquitó: 1-3 en el 90.
Esa fue la última alegría verdadera del Paiosaco en los últimos cinco meses. Perdió dos partidos seguidos ante el Choco (0-2) y el Ourense CF (2-0). Después empató cuatro encuentros en cinco jornadas: 1-1 en casa ante el Arenteiro y fuera contra el Alondras, 0-0 en A Porta Santa frente al líder Compostela y el mismo resultado contra el Bergantiños. La derrota sufrida en ese intervalo de cinco partidos fue ante el Barco en Calabagueiros y por la mínima (3-2).
El equipo de Juan Riveiro solo perdió por diferencia de más de dos goles ante el Rápido de Bouzas (1-4) en la jornada 18 y contra el Arzúa en la 25 (0-3). En ambos, como en muchos otros partidos, el Paiosaco jugó en inferioridad numérica. Es un virus lo persigue jornada tras jornada.