El Girona buscará el milagro con una victoria ante el Alavés en Medizorroza, y con un ojo puesto en el partido entre el Celta y el Rayo Vallecano, que se celebrará en Balaídos.
El conjunto catalán está obligado a ganar para seguir soñando con esquivar el drama del descenso a la categoría de plata estatal pese a saberse condenado. Para conseguirlo, deberá derrotar al Alavés y esperar que el Celta pierda en Balaídos contra un Rayo ya descendido y que no ha sumado ningún punto en sus ocho últimas salidas. A ello deberá añadir que el balance de los dos resultados sea de siete tantos a su favor al contar con una diferencia peor que la del conjunto gallego (-9 por -15).
Los números exigen, pues, un milagro al equipo de Montilivi, que ya da por hecho el regreso a la Segunda División del balompié español.
“La Primera División era un sueño para todos. Lo hicimos realidad y, ahora, lo hemos perdido”, lamentaba el capitán del Girona, Àlex Granell, justo después de que el cuadro catalán, inmerso en una caída libre que su preparador, Eusebio Sacristán, no ha sabido frenar tras encajar la octava derrota en los últimos nueve partidos al caer contra el Levante en Montilivi por un marcador de dos goles a uno.
“Ni siquiera sabía que todavía existía una posibilidad remota de salvarnos”, añadía un emocionado Granell, personificando la tristeza de una ciudad que tuvo que sufrir mucho para conseguir el ascenso a la máxima categoría nacional y que, sólo dos temporadas después, ha visto como el sueño se ha esfumado de repente.
Tramo final desastroso
En sus dos campañas en la máxima categoría del fútbol estatal, el Girona, el único equipo que esta temporada ha sido capaz de puntuar en el Camp Nou y en el Santiago Bernabéu, solamente habrá estado cuatro jornadas en posiciones de descenso, pero el “tramo final desastroso” que ha protagonizado el equipo le ha metido “en el pozo, en la mierda”, como reconocía Pere Pons, otra de las voces autorizadas dentro del plantel.
El encuentro de esta noche será el último con el Girona para muchos de los integrantes del vestuario rojiblanco, comenzando por el propio técnico Eusebio, cuya continuidad al frente del banquillo parece descartada.