El Mirandés, al que el RC Deportivo rinde visita el próximo viernes (21.00 horas) en la penúltima jornada del campeonato de la regularidad, se quedará sin la recompensa de poder hacer historia colándose en el playoff de ascenso.
Una mala racha de resultados en la recta final de la Liga ha dejado a los de Andoni Iraola en tierra de nadie en la clasificación, con 53 puntos.
Los de Anduva sucumbieron la jornada pasada en el estadio Gran Canaria ante la UD Las Palmas (1-0); un tanto postrero de Rubén Castro privó a los burgaleses de tres puntos de oro para asomar la cabeza entre los aspirantes a militar el próximo curso en la élite de Primera.
No en vano, el Mirandés se ha desinflado desde el retorno a la competición tras el parón obligatorio debido a la pandemia.
El próximo adversario blanquiazul solo ha sido capaz de ganar en uno de sus últimos siete envites, concretamente en la jornada 39 ante el Elche en casa (1-0).
Además del citado traspié frente a Las Palmas (1-0), el cuadro de Miranda de Ebro ha empatado ante el Fuenlabrada como local (2-2), perdido contra el Oviedo en el Carlos Tartiere (1-0), igualado frente al Almería (2-2), caído en su visita al Heliodoro Rodríguez de Tenerife (4-1) y también sucumbido ante la Ponferradina (1-2).
En total, ha dejado volar 16 de los últimos 21 puntos en disputa; unos guarismos que lógicamente le han hecho perder empaque en la carrera por los puestos de promoción.
Con la salvación de modo matemático ya certificada y la tranquilidad de haber cumplido con el objetivo marcado a principios de curso, el conjunto de Anduva saldrá de inicio con menos presión que un Deportivo que precisa los tres puntos con urgencia.
Después de un patinazo morrocotudo como el del pasado domingo ante el Extremadura, los herculinos tienen en su mano la opción de resarcirse frente a otro contrincante que llega a priori desmotivado.
En la primera vuelta en el estadio de Riazor Deportivo y Mirandés sellaron un insulso 1-1, que no logró satisfacer a ninguno de los dos, en una contienda en la que los visitantes se adelantaron con un buen gol a cargo de De Souza, mientras que el empate coruñés lo rubricaría Víctor Mollejo en un tanto de puro pundonor.
Curiosamente fue un encuentro en el que el VAR falló en su señal durante más de una parte en el estadio de Riazor, en un final intenso en el que Christian Santos fue objeto de una clara pena máxima que no pudo ser revisada por el videoarbitraje.
El viernes a partir de las 21.00 horas el Deportivo tendrá la obligación de embolsarse los tres puntos en juego para llegar a la jornada final salvado de modo matemático o al menos virtualmente.