La Justicia francesa validó ayer el acuerdo de ruptura del contrato de derechos de televisión entre la empresa española Mediapro y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de este país.
Un portavoz de la empresa informó de que el Tribunal de Comercio de Nanterre (afueras de París) dio su visto bueno al pacto alcanzado entre ambas partes, lo cual fue confirmado también por la LFP.
Ese acuerdo, divulgado el pasado día 11, establecía que Mediapro se compromete a pagar a la Liga francesa 100 millones de euros por los partidos ya retransmitidos y como indemnización de salida.
Además, la compañía española continuará retransmitiendo la liga francesa hasta que se encuentre un nuevo canal que tome el revelo.
La indemnización pactada se suma a los 172 millones que pagó en agosto pasado nada más iniciarse el contrato.
Pocas ganancias
La decisión del tribunal cierra definitivamente la aventura de Mediapro en Francia, donde firmó un contrato de 814 millones de euros anuales por el 80 % de los derechos de retransmisión de la liga para cuatro temporadas (2020-24), una cifra histórica que situó al fútbol galo entre los mejor cotizados del continente, solo superado por el inglés.
Lo elevado de la cifra generó dudas sobre la posibilidad de amortizarla, pero la compañía siempre confió en el potencial del crecimiento del fútbol francés, y creó un canal específico de pago, Telefoot, para difundir los partidos.
Sin embargo, tras el inicio de la competición, Mediapro solicitó una renegociación del contrato para esta temporada a causa de las consecuencias económicas de la pandemia.
Los clubes han invertido menos, argumentaba Mediapro, por lo que el interés es menor, a lo que se suma que bares y restaurantes permanecen cerrados, lo que bloquea una importante fuente de ingresos de la empresa.
La LFP rechazó una negociación a fin de no reducir aún más los ingresos del fútbol, privado de público en los estadios. La pasada temporada terminó de forma drástica con dos meses de antelación por la Covid-19, lo que ya privó a los equipos de una importante fuente de dinero. Por ello, el fútbol francés aspiraba a compensar esa caída en picado de sus ingresos con el contrato televisivo más importante de su historia. La LFP ya se vio obligada en octubre a contratar un préstamo con el que ayudar a los equipos tras el primer impago de Mediapro.