El esfuerzo permanente, el respeto por el rival, el afán de superación, la humildad tras la victoria... Todos los valores que se asocian con el espíritu deportivo, todos, están concentrados en el cuerpo pequeño y la mente infinita de Sandra Sánchez, la karateca española que, tras ganar todo lo que se puede ganar, se retiró este viernes de la competición con un oro en los Juegos Mundiales.