El suceso ocurrió unos 45 minutos antes del comienzo del partido, cuando los aficionados empujaron una de las barreras de entrada al estadio, según explicó el gobernador regional, Paul Bea.
El exfutbolista se comprometió a ceder la asignación económica mensual que le correspondería como presidente de la Federación si es elegido para fomentar proyectos de fútbol amateur.