Tras el paréntesis liguero por los partidos de la selección española, vuelve el Deportivo a jugarse algo más que tres puntos. Lo hará esta tarde en Valencia con la ilusión de amargarle la vida a un conjunto che que tampoco está para muchas verbenas y donde los cambios en el banquillo son el pan de cada día en el club que ahora, una vez más, está de la mano del ex deportivista Voro. Pero hablar del Valencia me lleva inexorablemente a recordar aquel más que famoso penalti que Djukic falló ese inolvidable 14 de mayo de 1994 en Riazor y que nos privó de llevarnos la Liga 93-94.
Aquella jornada fue dramática e inesperada. Era el minuto 90 de partido y el colegiado López Nieto marcaba el punto fatídico de los 11 metros. Allí estaba la Liga y todos los ojos, con Donato, el hombre habitual de los penaltis para Arsenio, ya fuera del campo, buscaban a Bebeto. Pero al brasileño le pudo la responsabilidad y su canguelo le hizo cerrar los ojos. Al final sería Djukic el que se atrevería a coger el balón para intentar batir al meta González que, curiosamente, no era el titular. A pesar de reconocer lo grande que ha sido Bebeto para el Depor, siempre le echaré en cara, mucho aficionados también piensan lo mismo, que aquel día no demostrase su categoría.
Dejando la historia y la nostalgia de aquella aciaga tarde de Riazor a un lado, hoy toca dar la cara en Mestalla. Creo que es uno de esos partidos que se juegan a cara y cruz y donde el factor campo, aunque suene a tópico, puede ser determinante. Sin embargo, el actual Deportivo, desde la llegada de Pepe Mel, del que me han dejado para leer su libro El Mentiroso, ha dado un giro asombroso. Olvidando el pinchazo ante el Celta, porque es imposible ganarlo todo, del Deportivo actual puede esperarse todo. Tanto bueno como malo porque el fútbol no es una ciencia exacta. Puntuar en tierras valencianas sería magistral en su afán de asegurar la permanencia aunque soy de los que pienso que con ganar los partidos que quedan en Riazor, por donde pasarán Granada, Málaga, Madrid (por qué no si lo hicimos ante el Barça), Espanyol y UD Las Palmas, seguir un año más en la mejor Liga de los ricos estaría asegurada. No sé cuáles son los planes de Mel para esta tarde, pero parece que su intención es jugar con Joselu y Andone juntos. Esta decisión, si se produce, me recuerda a otra dupla que componían el bueno de Claudio Barragán y Bebeto en una de las épocas doradas del Depor. Claudio se partía el pecho con los defensas y Bebeto aprovechaba aquellos balones que quedaban perdidos en el área para enchufarlas. Si esas presumibles intenciones de Mel en Mestalla se confirman, seguro que hoy puede ser un gran día.
