Casi tres meses –doce jornadas de liga– son suficientes para hacer una primera valoración de lo que va de temporada del grupo 1 de Tercera, en el que el Ourense Club de Fútbol no cede, el Compostela está donde se esperaba que estuviese, el Fabril marca una línea ascendente y el Bergantiños, a falta de más de dos tercios de competición, está irreconocible. Son las elecciones personales de 12 de noviembre.
El Ourense CF fue la gran sensación del final de la pasada temporada -nueve triunfos en las nueve últimas jornadas- y lo sigue siendo en el inicio de este curso. Algunos lo metían en el grupo de favoritos (junto a Fabril, Compos y Bergan) ya en la pretemporada y otros se han subido al carro en las últimas semanas. Vertical, con las ideas muy claras, con gol y solidez defensiva. Es líder casi (o sin casi) con mayoría absoluta.
Los entrenadores de los equipos recién ascendido han irrumpido con fuerza. Alberto López consiguió que el Arzúa ocupase puestos de fase de ascenso en más de una jornada. Alberto Mariano me sorprendió gratamente en As Eiroas con un planteamiento que noqueó al Bergantiños (el Estradense también ganó al Arosa y al Barco). José Curiel ha conseguido que el Pontellas sea un equipo que juega sin complejos en Tercera División. Y Marco Roca no se ha quedado encorsetado en la propuesta alegre y netamente ofensiva con la que el As Pontes fue campeón de Preferente y ha convertido a su equipo en uno de los más difíciles de superar (en O Poboado no pasó del empate el Compos y perdió el Bergan).
Tristemente para la competición, el Bergantiños está siendo –independientemente de que el Rápido, colista, compitiese en Segunda B la pasada temporada– la gran decepción del inicio de liga. Marca muy pocos goles y recibe muchos. En As Eiroas han saltado las alarmas con las dos últimas derrotas.ante Estradense y As Pontes.
