Nos costará trabajo asimilarlo en esta primera paradigmática oleada, pero el fútbol vuelve a nuestras pantallas televisivas. El acudir a los campos tendrá que esperar a que el Sr. Simón y sus compañeros de equipo así lo decidan.
Comienza una segunda fase, pero realmente es un paréntesis de la primera. Como bien podría decir Groucho Marx: “La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte”. Si este parón no hubiese sido el motivo de esta terrible pandemia, que seguimos padeciendo, observaríamos todo este proceder como una auténtica locura organizativa. Lo trasladé alguna que otra vez, que se reanude la competición profesional tiene un nombre, no es santo de mi devoción, pero hay que reconocer que el Sr. Tebas ha tenido mucho que ver en todo esto y hay que reconocérselo. Aunque me cueste.
En el `plano deportivo, todo está por decidir. La tensión futbolística tiene un campo inmenso para crecer. Cada uno reanudará su particular envite con todo por ratificar. En lo que más próximo que nos atañe, este Deportivo estará metido de lleno en el alambre. Situado en puestos de descenso clasificatorio, solo queda iniciar el ascenso.
Si a algún equipo le pudiese perjudicar actuar sin público, es claro que, este es al cuadro coruñés. Un hándicap que tendrá que superarlo con suma dedicación. Tras la fulgurante remontada clasificatoria realizada en paralelo a la llegada de Fernando Vázquez, el equipo se situó en una ‘meseta’ peligrosa de victorias. El domingo, sin la mareona, llegará un siempre peligroso Sporting. Entiendo que será una buena piedra de toque para poder calibrar el nivel competitivo del equipo para afrontar esta recta final sin sobresaltos. Esperemos que el técnico de Castrofeito lograra, en este confinamiento, encontrar las claves necesarias para que sus jugadores den lo mejor de sí.
Un segundo apunte centró estos últimos días la atención deportivista cara a lo que será el futuro de la entidad. La imprescindible entrada de Abanca en la vida blanquiazul, hizo que el consejero Otero sacase de la ‘chistera’ una particular ‘homilía’ en contra de tal actuación, que hizo que todo se tambalease dentro del Consejo. Su presidente pidió perdón a la masa social por haber cometido el error de situar en el cuadro de gestión a tal aventurero directivo… ¿Pero qué pensaba cuando lo hizo?, ¿Qué la gente iba a cambiar de la noche a la mañana? Esperemos que su gestión obre mejor con los otros posicionamientos que tiene entre sus manos y que serán claves para la supervivencia de la SAD.
Finalizo, veo al expresidente Lendoiro muy activo. Como dice él, está actualmente jugando el primer tiempo de la prórroga. “Me queda la segunda parte y las tandas de penaltis”. Me alegro de que su salud discurra en el buen cauce, pero lo que me sorprende es la ‘cancha’ que le da la TVG. No hay como tener amigos agradecidos. Siempre son muy necesarios.
Mientras sigan separándose lo más posible, es muy recomendable.
Como siempre un placer.
