Tras escuchar las explicaciones de los máximos responsables futbolísticos del Deportivo, Richard Barral y Pepe Mel en rueda de prensa, la vida me cambió por completo. Ese sentimiento de presión que se siente cuando no sabes lo que va a ser del equipo, pasó a mejor vida.
Barral: "Tenemos una plantilla que creemos que es para estar tranquilos en primera", "tenemos uno de los mejores ataques", "en la demarcación de central tenemos cuatro de los mejores de la zona media de la tabla". Mel: "Si las cosas no salen, será un fracaso personal mío", "tengo una gran plantilla y doy las gracias por el gran trabajo realizado".
(Vamos, dejando la ironía aparte... Que su presidente los puso en su sitio y les dijo lo que había que decir... Aquello del equipo feliz).
Reconozco que me aliviaron sus palabras, saber que sólo tendré que disfrutar del juego y olvidarme de la situación clasificatoria. Quién se va a preocupar con semejante vaticinio. Lo peor, fue cuando al poco de salir la información sobre la referida rueda de prensa, me encontré con mi "especial" vecino del quinto y tras exponerle lo que había escuchado, me traslada: "No me seas infeliz, eso ya lo dijeron el año pasado y mira lo que pasamos...".
Al comienzo de la anterior temporada, les trasladaba en estas mismas líneas mi sorpresa por este tipo de comparecencias, para contarnos las "anécdotas" y buenas intenciones. Genial... en aspecto de venderse, mejor imposible. Tomo nota de todo ello y espero que este año, las predicciones se cumplan. Seré el primero en destacar la capacidad de gestión de los primeros espadas deportivos.
Me voy con otros apuntes del día a día y lo hago con referencia al ciclismo.
Criticábamos a los franceses por poner en "tela de juicio" a nuestros ilustres deportistas con el tema del doping y ahora resulta que comienzan, en nuestra propia tierra, a hacer lo mismo con Chris Froome. Las "redes sociales" le acusan de usar un motor en su bicicleta. Imagino que será una broma de mal gusto.
La ACB sigue viviendo momentos convulsos. No da la sensación de que el futuro se vea de forma placida. Los grandes, Madrid, Barcelona, Valencia y Baskonia, se sienten traicionados por el resto del colectivo, ya que se había llegado al acuerdo de que la liga se quedase en 16 equipos. Amenazan con marcharse y atraer a otros clubs seleccionados y formar una liga paralela con 12 equipos. Esta vez la cuestión parece más seria y el nerviosismo está cundiendo.
Desde mi punto de vista y para no romper lo andado, la solución sería la de formar dos divisiones en la propia ACB, aplicando condicionantes en cruces y ascensos y descensos. Imagino que en eso estarán. Finalizo con una pregunta sobre el tema de moda: ¿Estarán los equipos catalanes preparando sus propias ligas a partir del mes de octubre?
Como siempre un placer.
