Recuerdo los lamentables tiempos del Prestige, cuando la indignación recorría las calles de nuestras ciudades, reclamando una política adecuada a una situación que estaba asolando la gran riqueza de nuestro país, el grito que más eco me dejó, fue el de "IN - COM - PE - TEN - CI - A".
En la gran manifestación central que recorrió las calles de Santiago, bajo una pertinaz lluvia, resonaba con rotundidad aquel lema, que dejaba bien a las claras, el sentimiento de una gran mayoría del pueblo.
Ya se sabe que todas las comparaciones suelen ser odiosas, pero... Entiendo que tiene su similitud con lo que está aconteciendo con el Estadio de Riazor.
Cuando en el día a día de alguien de nuestro entorno, no se tiene la capacidad suficiente para hacer cierta cosa, especialmente un trabajo o para ocupar un determinado puesto, se le denomina `INCOMPETENTE'. Desde estas líneas, lo vengo denunciando desde hace tiempo.
Es más, lo pago en primera persona. La semana pasada les trasladaba que me producía agobio pensar que había partido el viernes, ya que se especulaba la entrada de una de esas `ciclogénesis' tan actuales.
Era cuestión de tiempo, el deterioro de las cubiertas del estadio eran evidentes, su autodestrucción progresiva.
Sólo cabían dos opciones para no actuar de inmediato, o estar loco políticamente, o ser un incompetente político. Yo me inclino por lo segundo.
Ahora se alega, que ante una desgracia climatológica de este tipo, no se debe pasar factura política. Que es de rastreros. Pero un servidor, como no tiene que pasar ninguna factura, que ya me llegan con las mías, lo que les digo es que a esta situación no se debió llegar nunca.
Hay antecedentes. salvando las distancias, algo similar ya ocurrió con este gobierno municipal. En las instalaciones del campo de Eiris, tras el robo del cableado, estuvieron más de un año sin poder utilizar las torres de iluminación. Una larga espera, que se solventó tras presentarse el Club entero en la propia plaza de María Pita, para mostrar su indignación.
Lo acontecido este viernes en el Estadio de Riazor, deja bien a las claras cómo se afrontan las adversidades. el mundo del fútbol, es como la vida misma pero en estéreo.
Su transcendencia se hace imparable. La noticia de los motivos de la suspensión del partido Deportivo-Betis resultó ampliamente debatida... Menos mal que fue de noche, sin público, ya que, de otra forma, podría resultar desolador en sus consecuencias. Muy lamentablemente, la imagen de la ciudad queda tocada. Lo peor es que los INCOMPETENTES seguirán en sus puestos de mando y los "otros" INCOMPETENTES, seguirán permitiéndolo.
Cierro con varios apuntes anexos de esta jornada adversa que se vivió. El Ayuntamiento de A Coruña cerró, con buen criterio, sus instalaciones municipales el sábado. Lo sorprendente, es que en los municipios adyacentes no sucediera lo mismo. Que pasa, que en Meicende, Paiosaco, etc., ¿No había ningún peligro?. Pocas luces en los responsables de las Federaciones y Xunta.
Lo del Madrid y su `corte' mediática rozó, en sus razonamientos por la suspensión de Balaídos, el delirio trémens.
Les salió un grano con Caballero, que se encontró con la horma de su zapato.
Sin entrar en el fondo de la cuestión, lo sucedido entre el jugador ucraniano Zozulya y el Rayo Vallecano es lamentable. Espero que se ejecuten seriamente las medidas que, injustamente, se les aplica a otros por mucho menos.
Como siempre un placer.
