Ya se sabe que cuando se gana, corren ríos de tinta alabando las bondades del protagonista. Nadal no podía ser menos. Tras su victoria en tierras francesas, logró acaparar las portadas de la información, ya no sólo deportiva, el mundo periodístico en general se rindió a sus pies.
Lo grandioso de todo esto, es que todas las referencias son bien recibidas para ensalzar la labor de un excepcional deportista.
Representa en muchas facetas, el icono deportivo y social con el que podría soñar cualquier país. Y lo mejor de todo, es que lo tenemos bajo nuestra bandera, habla nuestro idioma y presume de ello.
Por cierto y ya puestos... Me apunto a la iniciativa de crear una moneda de 2 euros de curso legal con su imagen. Andan recopilando firmas, pues yo pongo la mía. Si salen otros... ¿por qué no va a salir nuestra mejor versión?
Cambio de tercio. Volví ayer a encontrarme, en el ascensor, a mi vecino del quinto. Tras coincidir con él, el día del ascenso del Fabril, en medio de una auténtica hemorragia de deportivismo, las aguas bajaban más encauzadas, lo encontré mucho más aplacado: "¡No damos fichado a nadie!", "¡No hay un duro, a ver si Tino espabila con el tema de Hacienda!".
Le dije que la cuestión por la que se mueve este Depor obliga a tener paciencia. Incluso al límite de la inscripción.
Pero ya se sabe, mi vecino no se anda por las ramas. Quiere lo mejor del mercado, a buen precio y en el mes de junio. Pero de esos tiempos es mejor olvidarse.
Le trasmito que intuía que iban a pasar muchas cosas antes del comienzo de la competición. Y a ver si tenemos la suerte de que el ejecutivo deportivo logre materializar las mejores oportunidades que se presenten.
Pero como siempre, iba a piñón fijo y lo que quería era "carnaza" veraniega y eso de la calma, no iba con él.
Finalizo, aplaudo, hasta con las orejas, la iniciativa que ha tenido la secretaría xeral para o Deporte, para crear una comisión de vigilancia y control sobre la violencia en el mundo del deporte gallego. Todo lo que sea trabajar en ese ámbito, será muy bien arropada en estas líneas.
El único pero que les puedo transmitir, es que hay un dicho que nos traslada: "Si no quieres que una cosa funcione, crea una comisión para arreglarla",
Como siempre un placer.
