Se me acumula el desasosiego con la vivencia de los temas extradeportivos que se suceden estos días en el mundo futbolístico de nuestro entrañable país.
Volviendo al protagonismo del juicio sobre lo acontecido en el partido Zaragoza-Levante del año 2010 y del que me hacía eco la pasada semana, me llama la atención como cada “personaje” intenta salvar su “cocido”, que por otra parte me puede parecer hasta comprensible.
Pero por encima de todas las artimañas que utilizan, por consejo de sus abogados, las partes encausadas, hay una que me genera la opinión de que todo era y es un inmenso campo preparado para la corruptela.
El consejero delegado del Villarreal, Fernando Roig, soltó por su boquita las siguientes perlas: “Había un rumor grande en el fútbol que el Zaragoza iba a ganar fácilmente los últimos partidos”, “Tebas nos dijo, un año después (el Villarreal se estaba jugando el descenso), que tuviésemos cuidado que en el fútbol pasan cosas raras”, “Michel (entrenador) comentó que tenía una oferta del Zaragoza y dijo que Agapito (presidente) le trasladó: `Tu gana unos partidos y el resto ya me encargo yo de ganarlos`”.
Pero no se extrañen ustedes de todo esto. Con una historia tan rocambolesca de adulterio de la competición, donde todo el mundo sabía y nadie movía un dedo para solventarlo, la Federación, garante de limpieza e imparcialidad, miraba para otro lado.
Y la vida sigue igual… porque ahora vuelve a suceder algo similar y se sigue actuando por inercia. En la reciente operación Oikos, en la cual se vio inmerso de forma indirecta el Deportivo, hace escasos días el instructor del Comité de Competición federativo ha propuesto el sobreseimiento de Iñigo López, Borja Fernández, Samu Saiz, a pesar de contar con abundante información sobre sus apuestas, Caballero y expresidente del Huesca, Agustín Lasaosa. Tan sólo propone una sanción mínima para el médico del Huesca, Juan C. Galindo (3.006€) y privación de licencia. El equipo oscense también quedaría libre de la justicia deportiva.
Visto lo visto… los “paganos” siguen retirando sus abonos, sus entradas y haciendo las quinielas que permiten mantener muchos estatus de despacho.
Poco serio todo esto, pero quiero creer que los movimientos que está realizando La Liga para dar un vuelco, es el camino a seguir. Es una pena que desde la cúpula política del deporte no se adopten medidas legislativas que encaucen un proceso definitivo.
Y ya puestos en materia, me adentro en lo sucedido el sábado en tierras gaditanas. “¿Alguien me puede explicar por qué no intervino el VAR en las jugadas de los penaltis no señalados al Deportivo?, es realmente “cabreante”, por no decir otra cosa.
El presidente del Comité de Competición debería actual de oficio, llamar al colegiado que estaba ante la pantalla, mirarle a los ojos y preguntarle… ¿Por qué no le dio la gana de avisar, en las dos jugadas, al colegiado de lo que había presenciado?. Ya me contarán… ¿para qué está el VAR entonces?. Me asalta la duda… ¿incompetente o ………..?.
Como siempre un placer.
