A pesar de que me esfuerzo para poder entender la política que llevaron a cabo los actuales dirigentes blanquiazules, me cuesta enormemente asumir los hechos. Me siento decepcionado.
Desde hace tiempo vengo trasladándoles la opinión de que sería imprescindible la unión de “todos” en la búsqueda de soluciones, que posibiliten salir del pozo deportivo en el que se está sumido. Puede que sonase de forma utópica todos mis llamamientos, pero entiendo que no hay otra alternativa.
Buscar ahora culpables para soltarles toda la responsabilidad me parece poco edificante y lo único que generaría es más confrontación de la que hay. Por todo ello, la postura que acaba de adoptar el Consejo de Administración presidido por el Sr. Zas, es incongruente con el sentimiento, que en teoría, les llevó a presentarse a unas elecciones.
Cuando se asume el paso para hacerse cargo de una Entidad de la relevancia del Deportivo, se tiene que tener muy presente todas las variantes que se puedan presentar, las buenas, a las que todo el mundo se apunta, y las malas, donde el vacío es nota predominante y por lo tanto, tener consciencia de cómo se pueden afrontar.
Puedo entender que a nivel personal se estén viviendo momentos de zozobra. No resulta nada agradable que te insulten y que atenten contra tu entorno, una situación inadmisible. Pero aquí es precisamente cuando se ve la capacidad de las personas.
Este Consejo decidió, en la sombra, irse por la puerta de atrás. Hasta ahora no había movido un dedo en cuanto a gestión social, nunca se ganaron el respaldo popular. Siempre por inanición.
Pero aun así, yo les pediría un último movimiento, antes de cerrar la puerta, que se intente una vía de unificación de fuerzas accionariales que proporcione un cauce que desemboque en una recuperación futbolística sobre el césped.
Aún se está a tiempo, no es el momento de romperse las vestiduras. Unifiquen criterios. Hay gente en el entorno con mucha experiencia y entre todos se puede sacar a flote el barco. Estoy seguro de ello.
Cambio de tercio. El pasado lunes salía la sentencia de los presuntos amaños del famoso partido Zaragoza-Levante que propició, entre otras cuestiones, el descenso matemático del Deportivo en esa misma temporada.
No entro a valorar la resolución del juez, no tengo capacidad técnica para ello, pero si quisiera trasladar la sensación de impotencia que genera esta resolución.
El poso que queda es que los “listillos” tienen mucho campo que recorrer sin ser pillados. Alguien, no sé quién, debería hacer una proyección didáctica para hacerle ver a la “sociedad futbolística” que todo está actualmente controlado y que las dudas sobre lo que acontece en el día a día, es eso… solo dudas.
Si alguno de ustedes tiene a bien darle una vuelta a todo lo expuesto en el juicio, le quedará bien claro que no hay como tener un buen abogado para salir de cualquier entuerto, aunque sea bien evidente el asunto. Es la sociedad que tenemos y en la que debemos sobrevivir.
Como siempre un placer
