Patrimonio de todos”, “Símbolo popular de la ciudad”, así se expresaba el actual alcalde herculino Xulio Ferreiro, en un artículo que publicó en la página web del Ayuntamiento, para exteriorizar su particular análisis sobre la buena relación existente entre la Casa Consistorial y el R.C.Deportivo.
Me satisface este criterio, pero donde realmente conecto, es cuando traslada su defensa de la municipalización del Estadio de Riazor basándose en… “Los beneficios que genera en el comercio y la hostelería de la ciudad”, “la tendencia que debemos evitar es justo la que se empieza a imponer en el fútbol de élite, cada vez más dirigido a estadios alejados de las ciudades, casi aislados y en los que el modelo comercial que se impone es el mismo que en los aeropuertos, las franquicias de grandes empresas, dejando atrás el tejido local”, “ no es el modelo de la ciudad gallega, ni del Gobierno local, que por eso ha decidido cuidar Riazor y a sus gentes”.
Ya sé que estas palabras son de un político y por lo tanto, casi seguro, están altamente meditadas para su difusión en su propio beneficio. Pero…, están ahí y yo me uno a ellas.
Un razonamiento lógico y constructivo. Una visión de lo que el Deportivo y Riazor representan para A Coruña. Mover ese sentimiento, representaría un duro golpe para muchas sensibilidades.
Me alegra que Ferreiro vea en el deporte y su estructura, una importante vía de hacer ciudad, lo malo es que tiene que ser el PSOE el que le apriete las clavijas para aumentar la cuota dispuesta a ayudar a los clubes coruñeses. Contrasentidos de la vida política.
Giro a la derecha y me voy de conferencia. Estaban todos, incluso en Fhotoshop. El actual presidente del Consejo Superior de Deportes, Jose Ramón Lete, habló el pasado viernes en Coruña sobre los desafíos del deporte español y promover la modificación de la Ley del Deporte. El resumen fue sencillo: Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla….
Finalizo con el bombazo de esta semana. Las detenciones de Ángel María Villar y toda su cúpula. Llegó la hora de revisar 29 años de presuntos desmanes y tropelías. Ya se sabe que las comparaciones siempre suelen ser odiosas y pidiendo disculpas anticipadamente por si alguien se sintiese molesto, aquí en Galicia tenemos una frase, que podría encajar perfectamente, para definir la actual situación de la Federación Española de Fútbol: ‘A todo porquiño chegalle o seu Sanmartiño’.
Como siempre un placer.
