En el anterior contacto que mantuve con ustedes, les pedía mesura al pasar factura por los hechos acontecidos a lo largo de la temporada pasada. Son tantos los frentes abiertos, que desgarrarse las vestiduras no aportaría nada bueno para el futuro de la entidad deportivista. Pero tras escuchar la primera comparecencia del director deportivo, creo necesario hacer alguna puntualización espiritual.
Sinceramente, considero que el señor Del Pozo, desde la lejanía, representa un hombre de Club, responsable y que sabe lo que tiene entre sus manos. Otra cosa bien distinta, es que no sepa o no quiera asumir el noble arte de la autocrítica. Nadie es perfecto en su trabajo. A lo largo de esta temporada pasada hubo “patinazos” sonoros, que bien podían ser asumidos por la cabeza visible. Se quedó en que al fiel seguidor habría que transmitirle seriedad y confianza para que pudiese seguir, con el máximo orgullo, en su lucha diaria.
Fiel registro de sus palabras en rueda de prensa… “si no tienes músculo económico para tener diez jugones, no puedes jugar a ser jugón. En segunda hay que competir, ser duro, intenso, no dar un balón por perdido, vivir del balón parado…”. Leído esto… y haciendo una visión retrospectiva de lo sucedido en prolongados meses de la temporada finiquitada, un servidor le cuestionaría sobre quién fue el responsable subsidiario de no ejecutar lo que parece ser es su epístola central. En dicha comparecencia no se atisbó ni un símbolo de autocrítica. Dio la sensación de que la cuestión era trasladada a otro nivel de competencia.
En el principio de su estancia coruñesa, se había sacado de la manga: “… no quiero funcionarios”. Palabras que se las llevó el viento, pero que le hicieron rehén de las mismas.
No es cuestión, como decía al principio, de introducir el dedo en la llaga y generar más dolor. Pero lo que no puede ser, es contar una película sin un concepto de responsabilidad.
No le estoy cuestionando en su puesto, pero sea usted. Que la fiel afición deportivista se lo recompensará o demandará según su real capacidad.
Otra cuestión blanquiazul… En numerosas ocasiones le recriminé al antiguo presidente Tino Fernández, de no ejercer el liderazgo necesario. Asumir sus responsabilidades dando la cara ante su gente. Él entendía que lo adecuado era delegar. Lo peor de la cuestión es que debe ser un tema contagioso. Veo al nuevo inquilino por la misma senda. Con todo lo que pasó, con lo que va a venir, no hacer una comparecencia, como mínimo, para dar moral, me suena a esconderse debajo del ala. Con lo bueno que es transmitir alegría y felicidad. Me agradaría equivocarme.
Finalizo. Dos apuntes. El primero, A Coruña ya tiene oficialmente concejal de deportes. Imagino que ya se habrá puesto manos a la obra para acicalar las instalaciones de A Torre y adecuarlas a los tiempos que se viven. Seguiré pendiente de los movimientos. El segundo, el señor Loira se va a los juzgados. Hay que seguir saliendo en la foto. Que pase el siguiente.
Como siempre un placer.
