E l pasado 4 de noviembre murió el que fue gran jugador del Español SD a consecuencia de soportar una grave enfermedad y que él mismo llevó con cristiana resignación. De Soto nació en Chantada (Lugo) y se afincó en A Coruña, perteneció a una familia de prestigio de la firma ‘Soto y Vázquez’, situada en la calle San Andrés, esquina a la cuesta del “Herrador”, donde tenían su residencia.
Era hijo de Ramón de Soto y de Carmen Rodríguez. Este matrimonio tuvo ocho hijos. Su hijo Ramón comenzó jugando en un equipo llamado Arco, situado en la travesía de la calle de Los Olmos. Este conjunto estaba dirigido por los hermanos Daltón, que más tarde habrían de ser parte muy importante de aquel gran equipo del Orzán SD.
Ramón de Soto ficha por el Español SD y debuta cuando solamente contaba con 15 años. Fue el jugador más joven de los clubes modestos que participaban en el campeonato de Primera y Segunda División. De repente se le declara una enfermedad de espalda y tuvo que estar año y medio sin participar en las competiciones ‘modesteriles’. Me unía una gran amistad y lo veía con frecuencia en su domicilio. Moncho fue el culpable de mi pasión por el fútbol y sobre todo de mi ingreso como delegado del Español SD, donde yo me formé deportivamente.
De Soto reaparece en la temporada 50-51, jugando contra el Atlético Los Castros, venciendo el Español SD por un marcador de 5-0 y teniendo una gran actuación. En la temporada 51-52 ficha por el Deportivo y este equipo lo cede al Deportivo Juvenil de Tercera División, entrenado por el gran Rodrigo. Celebradas dos jornadas de Liga se le vuelve a reproducir su desgraciada enfermedad de espalda que hace que se tenga que retirar del fútbol de una manera definitiva.
En su mente siempre estuvo presente que podría jugar algún día en el equipo de sus amores y que fue siempre el RC Deportivo de La Coruña. A última hora siempre acudía al estadio de Riazor con su hermano José Antonio.
Moncho de Soto fue un jugador genial, tenía gran velocidad, buen regate y un gran disparo con ambos pies. De no haber sido por su enfermedad hubiese llegado a ser un gran jugador a nivel nacional.
Ramón de Soto en su vida particular fue un alto cargo del Banco de Galicia.
Mi más sentido pésame a su esposa, María José Álvarez Lerma, a sus hijas María José, Carmen y Beatriz, y a sus hermanos José Antonio, Emilio, Jacobo y demás familiares.
Descanse en paz, mi gran amigo.
