Lea mala situación del Depor en la octava jornada con tres derrotas, cuatro empates y una sólo victoria en un equipo cuyo objetivo es el ascenso ha obligado a salir a la palestra al Presidente del Club.
Nunca estuvo tan justificada la aparición del máximo mandatario del RCD después de los silbidos y cánticos en contra no sólo del staff técnico sino de quienes pedían la dimisión del Consejo.
Pero si es comprensible el sentido de la oportunidad de esta rueda de prensa, analicemos ahora el mensaje del Presidente. Tres cuestiones quería dejar claras Paco Zas. En primer lugar ratificar su confianza en el proyecto, personificado en las personas de Anquela y Del Pozo a quienes confirmó en sus cargos. En segundo término, extenderse en las dificultades que acarreó el cierre del mercado con bajas previstas que no se cristalizaban y altas que no se podían anunciar hasta la salida de los jugadores “más caros” cuyo resultado fue que la confección actual de la plantilla se cerrara con la competición ya comenzada. Y por último achacó los malos resultados del equipo al bajo rendimiento de jugadores recién fichados de los que se previa un mayor potencial.
Si algo no se le puede cuestionar a Zas es su sinceridad. Fue bastante claro en el relato de cómo se planificó la plantilla, de las dificultades que se encontró y de los resultados que se esperaban del equipo. Las dudas vienen por la tristeza que destilaba su discurso. Ningún brote de optimismo apareció en su comparecencia, algo que no perdonan los aficionados. Detrás de sus palabras había un poso de abatimiento hasta cierto punto comprensible. La situación anímica del Club salta a la vista. Si sumamos la precaria situación económica con los malos resultados deportivos es fácil deducir que va a ser muy difícil lograr los objetivos previstos.
Con el Depor en puestos de descenso cada temporada que pasa el aficionado mira con mayor incredulidad las opciones de volver a Primera División. Muchas veces hemos hablado del Zaragoza. Un Club con seis Copas del Rey, una Copa de Ferias y una Recopa en sus vitrinas que lleva seis años atascado en la categoría de plata. Y todo esto en una ciudad que triplica la población de la nuestra.
Queda, pues, una sensación de melancolía por los años vividos y poca ilusión en los venideros.
@pgarcia_ramos
