Han sido pocos retoques pero con la pericia de un cirujano los que han dado la vuelta a la dramática situación que vive el Depor. Estos cambios se asientan en tres pilares: económico, deportivo y social.
Sobre las depauperadas cuentas del Club y su deuda se ha actuado con sencillez y a la vez con hondura. Digo sencillez porque no hay nada más eficaz que sentarse con tu principal acreedor a buscar soluciones. Uno quiere cobrar y el otro poder mantenerse en una categoría que le permita pagar la deuda. La hondura viene por una negociación que permite la supervivencia del RCD en caso de descenso. Aunque falta dar a conocer más detalles del acuerdo y la posibilidad de llevar a cabo esa ampliación del capital social, la cosa pinta bien.
En el aspecto deportivo se ha actuado sobre dos puntos críticos: contratar a Fernando Vázquez, un entrenador que estaba en la mente y corazón de la grada, y desprenderse del responsable deportivo, una contratación que ha todas luces se ha demostrado errática en todos los aspectos.
Fernando Vázquez aporta conocimiento del Club, orden en el juego además de ese intangible de cariño y animo que transmite a sus jugadores. Ensayar con una defensa de tres centrales, recuperar la autoestima de los futbolistas y rehabilitar el aliento de la grada son sus primeros triunfos. Hay que añadir la labor de Barral como asesor deportivo que está consiguiendo un plus de calidad y compromiso de los nuevos fichajes. En esta tesitura queda el recuerdo de Carmelo del Pozo como una pesadilla.
Y por último la comunión que se ha empezado sentir en el deportivismo. Cierto que no hay nada más balsámico que enlazar una serie de victorias que reactiven a la afición pero tengo la impresión que esa unión va a ser duradera. Pasar de una entrada de ocho mil espectadores a casi veinticinco mil en el último partido demuestra bien a las claras que se ha devuelto la ilusión a los aficionados.
Queda mucho por recorrer para salvar la categoría, una cuestión que previsiblemente se resuelva en las últimas jornadas, y no hay que olvidar que los objetivos actuales son los que son pero se ha vuelto a ver a un equipo que compite, reconocible en el campo, que madura desde una defensa que ya no encaja tan fácilmente y que empieza a creer en sí mismo.
@pgarcia_ramos
