Casi me da vergüenza escribir algo de lo de Anoeta. Me resisto pero no lo resisto. Pepe Mel marcó un estratégica clara para empezar: Presión por los cuatro costados, rapidez en el corte e intensidad para la recuperación del balón. Todo muy bien durante la primera media hora, cuando marco Willian José, pero si no se tira a gol es difícil hasta empatar, ya que a media hora del final se llegaron a fallar pases a menos de dos metros. Sigue sin cuajar el dominio y organización en el medio campo, en esta ocasión con un Emre Çolak casi desconocido, y mucho menos en aprovechar el ansia de gol que en la matinal del domingo sacaron a relucir tanto Andone como Joselu en algo más que de veinte minutos. Menos mal que los de abajo, ya me entienden, siguen alfombrando la permanencia al Depor y que la Real no logró más que hacernos un gol. Todavía faltan cinco encuentros más para echar el cierre a la campaña. Tres en Riazor y dos a domicilio. Por si los blanquiazules no lo sabían hay que sumar unos pocos puntos más para no abandonar la plaza de la máxima categoría. En casa ante el Real Madrid, Espanyol y Las Palmas, que cierra la Liga, con salidas a Pamplona, hoy, ante el colista, y en la penúltima jornada un firme Villarreal.
Para empezar llega el serio aspirante a ganar la Liga, ya que tras el zapatazo que se llevó la noche del domingo ante el Barça, depende de sí mismo y, en los seis partidos que le restan, uno más que los demás, se ve obligado a no ceder más puntos. El Deportivo puede ser la primera víctima de la derrota del hasta el domingo líder. Por si fuera poco, el horario nocturno -está señalado para las 21,30 horas por la LFP-, que vaya si se dejará notar en la afluencia a las gradas porque mañana hay que acudir al trabajo.
Para el Deportivo es ésta la cuadragésima quinta visita del Real Madrid a Riazor en Primera, ya que habría que añadir las muchas veces que participó en el Teresa Herrera, contribuyendo a engrandecer la categoría del decano de los trofeos veraniegos en nuestro país, y los distintos cruces que ambos afrontaron en la Copa de España. De las 44 visitas anteriores los merengues pincharon nada menos que en 30, con 16 victorias deportivistas y 14 empates, que hay que considerar como bastante positivo para los blanquiazules coruñeses. Se respeta y se teme a los merengues del Bernabéu, pero es evidente que el modesto Depor tiene equipo y fútbol como para que los de Zinedine Zidane no lo menosprecien.
Seguro que el técnico blanquiazul habrá insistido en ello en los pocas horas de que ha dispuesto para preparar la visita del serio aspirante a líder, pero no por eso vamos a dejar de intentar dar un buen susto a los merengues. Los azulgrana ya salieron del estadio coruñés con el rabo entre las piernas y sin rechistar. Aquí hay plantel capaz para intentarlo siempre y cuando la actitud sea la adecuada y no cometer tantos errores de principiante. ¡Forza Depor!
P.D.- Y si no se puede, a levantar cabeza cuanto antes aprovechando al máximo las pocas jornadas que faltan para afrontar el tercer partido en una semana, Real Sociedad, Real Madrid y ya para el domingo intentar la segunda victoria a domicilio ante el Club Atlético Osasuna de Pamplona. Los maletines ya habrán empezado a aparecer y ahí sí que no perdonaremos tantos errores y la adecuada actitud por los tres puntos en juego. Sin perder de vista que el Leganés está ahora mismo a cuatro puntos y puede ponerse a uno hoy, y que el Sporting está a ocho y hoy puede acercarse a cinco. Con tres por delante el Deportivo no puede permitirse más lujos. No queda otra, hay que ganar en El Sadar.
