Con el Mirandés enfrente no puede escaparse ni un punto del estadio de Riazor el domingo
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17º-23º

Con el Mirandés enfrente no puede escaparse ni un punto del estadio de Riazor el domingo


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Sin haber ganado, pero sí jugando al fútbol un poco más, el Deportivo ha demostrado que es capaz de ir hacia arriba...si se lo propone. Algo, no mucho, se vio el sábado en el Ramón de Carranza gaditano teniendo delante al segundo de la tabla clasificatoria, el Cádiz, que ya la dio mucho que hacer en la pasada campaña.

Por fin la defensa se dejó ver con seguridad. Ya iba siendo hora, sobre todo por parte del griego Vassilis Lampropoulos que, hasta ahora, había creado en la defensa más inseguridad que serenidad, que es lo que precisa el equipo, teniendo en cuenta las posibilidades del central fabrilista Mujaid, que ya lo demostró en más de una ocasión en que se echó mano de él, que siga el cuarteto que se llevó a Cádiz Juan Antonio Anquela. 

Lo que hay que armar ahora es el medio campo, con seguros fijos Álex Bergantiños y Ager Aketxe, pudiendo incluir al serbio Sasa Jovanovic y más compromiso del japonés Gaku Shibasaki, para surtir de balones Mamadou Koné, ausente el sábado por sanción, y  a Víctor Mollejo. Por supuesto que el portero, Dani Giménez, de momento insustituible. 

Los demás, salvo raras excepciones, a calentar banquillo porque les falta mucho para superar al once citado. Y no es que quiera meterme en la labor del técnico -es lo que está en la calle y en el deportivismo-, pero sí recomendarle lo que a mi parece lo mejor para el Deportivo. Ah, y los cambios ya deben ponerse en marcha antes de meterse muy de lleno en la segunda parte. Digo yo.

Y llegó la hora de ganar en casa, ya que en fortín herculino hace más de un mes que se ganó al Oviedo (3-2), única victoria blanquiazul en lo que va de liga. Llega el Club Deportivo Mirandés, en su segunda visita al Abanca-Riazor. Un rival que no sabe lo que es vencer fuera  de Anduva y que también es de los más goleados, por encima del Deportivo que, dirigido por Andoni Iraola y con nueve caras nuevas en sus filas.

Si todo marcha como se espera en el deportivismo los tres puntos deben quedar en casa, pero jugando con la misma, o más, intensidad que en el Ramón de Carranza, y de escapar definitivamente de la zona de descenso. Aquí sí que de nada vale eso de que queda mucha liga por delante. Regalos ya hubo bastantes y para un equipo que aspira retornar a Primera toca empezar a levantar cabeza. Y cómo no...¡Forza Depor!  

P.D.- No puedo pasar por alto la actuación del VAR el sábado en Cádiz. Me sumo a la denuncia del Depor después haber tragado dos claros penaltis en el área gaditana, uno con un agarrón a Christian Santos, al que casi dejan sin camiseta, y una mano que vio todo el mundo en el área visitante... menos para el VAR. Y no es la primera que se equivoca el trío del VAR estando el Deportivo en el campo.

Con el Mirandés enfrente no puede escaparse ni un punto del estadio de Riazor el domingo

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