No acabo de entender a este Deportivo. Desde fuera, desde todos los frentes y con escasos indecisos, el Depor, nuestro Depor, cuenta con todos los apoyos que le rodean ... menos los de los Tebas, que todavía siguen mandando, no tanto como antes, pero mandando a su antojo. Las entidades deportivas de toda la historia del deporte hispano. Algo tendrían que hacer sus dirigentes para que el ambiente no estuviera tan ensombrecido, máxime estando el Deportivo por el medio.
Lo dicho, no acabo de entender a este Deportivo que, con mejores planteles que en Segunda A, hay que ver los apuros que pasa para resolver un partido... sí, sí, incluido el del sábado en Pasarón, donde, con un plantel de buenos profesionales, ha sido incapaz de traerse los tres puntos de Pontevedra, volviendo a exhibir una precaución y un miedo, que vienen imperando en un Deportivo que está ahí con un plantel muy seguro y capaz que para sí quisieran muchos equipos.
Con Diego Rolan al frente, como en los dos últimos encuentros, el Deportivo de la temporada 2020-21, puede y debe alcanzar esa posición que se merece en la categoría que le corresponde. Hoy por hoy el Depor actual viene demostrando que, sin mayores problemas, viene demostrando que, cuando menos, que los pasos los llevan a la categoría que de momento se merece, claro que sin dejar de luchar por otros frentes superiores que bien se tiene merecido el deportivismo.
Para ello, y en lo que resta de competición, hay que salir con la fuerza, seguridad y entrega que vuelvan a la realidad de ese deportivismo que viene de lejos y con un historial que para sí quisieran muchos equipos de la zona alta de la tabla. Fernando Vázquez y sus hombres tienen mucho que hacer en lo que falta de competición para verse ya en categorías superiores cuanto antes. Hay equipo y afición, que bien se lo merecen, si se lo proponen. En el 2021, que está ahí a la vuelta de la esquina, el Depor debe situarse ya en la categoría que se merece en conjunto centenario y la ciudad, La Coruña, que lo vio nacer.
Que los Tebas siguen dando la lata con sus decisiones, los dirigentes deportivistas ya tendrán bien claro por dónde han de cortar esas cuestiones que tanto daño vienen haciendo al conjunto coruñés, ya que ese miedo que se transmite al equipo desparezca cuanto antes y que de algo sirva que quedan atrás más de un centenar de años de existencia y los éxitos deportivos que adornan el historial de Deportivo que, insisto, pocos equipo pueden presumir de tantos logros. Como siempre y sin miedo... ¡Forza Depor!
