La primera formación deportivista presentó un sistema 4-4-2, con dos atacantes como Quique González y Christian Santos en punta de lanza.
El juego intentó ser más vertical, con un disparo a los pocos segundos de Christian Santos.
El cuadro visitante practicó un juego más directo y pelea en las segundas jugadas pero este estilo le vino de maravilla a un conjunto aguerrido como el navarro.
A los nueve minutos un gran pase de Bergantiños se convirtió en el 0-1 de Quique pero la alegría solo duró cinco minutos, con el empate de Rubén García en el 14’. Un mazazo para los herculinos.
Osasuna también practicaba un juego más directo, sin Mérida, encontrándose muy cómodo en el repliegue y cediendo la posesión a los visitantes en los primeros 45 mintuos.
En el minuto 31 Rubén García anota un golazo de falta, inapelable, con el que el adversario coronó la remontada.
En la segunda mitad los dos equipos entran sin cambios; Christian dispone de una gran oportunidad que falla.
La entrada de Borja Valle cambia el dibujo, intenta dar más velocidad al juego en ataque pero el Depor no fue capaz de profundidad.
Nahuel tampoco aportó mucho; el Depor se volcó arriba con más corazón que cabeza. El equipo fue más directo pero el rival resultó más eficaz. Le pudo la precipitación. l
