Han empezado los entrenamientos de esta extraña pretemporada en mayo. Cuando teníamos que estar pensando en la final de la Champions, en quien ganaría la Liga, en quien iría con la selección a la Eurocopa y, por descontado, en cómo le iría a nuestro RC Deportivo, pues resulta que no, que estamos en pretemporada para disputar una liga de solo 11 partidos en los que unos equipos empiezan con más puntos que otros.
El caso es que, si el Covid 19 no lo impide, en algo menos de un mes se reanudará la competición en la cual todos tendremos sensaciones muy extrañas. No tendremos la tensión acumulada de los resultados de semanas anteriores, veremos campos vacíos, nos dará la impresión de que estaremos empezando la temporada… Y lo cierto es que será todo lo contrario, que estaremos jugando la fase decisiva. Y ahí es donde va a jugar un papel fundamental el aspecto mental.
Hace 26 años el Deportivo se quedó a 11 metros de su mayor gesta. En la mejor temporada de su historia el Barcelona jugó sus bazas psicológicas y consiguió poner nerviosa a la plantilla blanquiazul. Cuando todo parecía perdido, un penalti nos devolvió la ilusión y, como bien dijo Arsenio en rueda de prensa, perdimos nuevamente esa ilusión “cuando no quedaba tiempo ni para respirar”.
Un año después, otros 11 minutos nos dieron nuestro primer título. Una reanudación de una final suspendida por el diluvio universal y que parecía un mini partido que nos llevaría a una inevitable prórroga. Pues bien, la mentalidad con la que salió el Deportivo ese día hizo que solo minuto y medio después Alfredo marcase y nos diese la Copa. Es lo que tiene salir al campo con las cosas claras y no especular.
Y ahora vienen esos 11 partidos. Empezamos con 35 puntos y sabemos que el objetivo son 50. Y si bien es cierto que tenemos el hándicap de saber que no contaremos con el efecto Riazor, también es cierto que tendremos una ventaja adicional. Y esa es la plantilla que tenemos actualmente. Dicen que se podrán convocar hasta 23 futbolistas y que se podrán hacer hasta 5 cambios. Ese es nuestro valor añadido: poner la mente en modo inicio del campeonato y convencerse de que el fondo de armario de la plantilla deportivista es muy superior al de muchos equipos de la categoría. Esta vez no sobra nadie y Fernando Vázquez podrá poner en todo momento al futbolista más adecuado y hasta variar el esquema de juego varias veces. Por mi parte, estoy convencido de que lo vamos a conseguir. Es más, siendo la Segunda como es, creo que vamos a ver muchas sorpresas.
Y por supuesto, mucho sentidiño. Para volver a tener fútbol primero tenemos que ganar al virus. No la fastidiemos ahora, por favor.
