Se acumulan los asuntos para tratar en estas líneas porque los últimos días han sido profusos en cuanto a novedades en el mundo del fútbol. Desde la ostensible recuperación de selecciones como España o Brasil hasta las palabras del barcelonista Piqué, al término del partido amistoso de Saint Denis, que parecen haberlo relegado todo a un segundo plano. Fútbol o, en algunos casos, algo más que fútbol.
La entrada de Julen Lopetegui en la selección española ha sido con el pie derecho. La serie de buenos resultados y la recuperación de un juego excelente (por momentos) han hecho que los aficionados cada vez se acuerden menos de Vicente del Bosque. Y no digamos ya del difunto Luis Aragonés. Tras el solvente resultado ante Israel y el serio y convincente partido ante Francia, España ha vuelto a ofrecer esperanzas de que con sacrificio y compromiso en el terreno de juego pueden volver los grandes resultados. Es cierto que tras la consecución de las dos Eurocopas y el Mundial, especialmente éste, se ha producido un bajón. Lógicamente, no es fácil recuperarse tras haber caído de lo más alto pero ahora parece que de nuevo las sensaciones positivas invaden el combinado nacional. Desde luego, el fútbol que atesoran los jugadores es mucho, sobre todo si lo comparamos con el de los franceses, que basan más su juego en las carreras y los remates a balón parado, situaciones en las que no se puede negar su poderío.
Otra selección que también ha recuperado su nivel es Brasil. Hizo un partido muy serio en Montevideo y cumplió bien ante Paraguay, dando la sensación de que de la mano de Tite pueden volver a aspirar a lo máximo. Rusia se presenta como el primer test verdaderamente serio para los brasileños, que están conformando un conjunto fuerte y no exento de calidad, basado de nuevo en futbolistas que juegan fuera de su país.
Al terminar el Francia-España, sin venir mucho a cuento, Piqué hizo unas declaraciones un tanto extrañas acerca del palco del Santiago Bernabéu, dejando ver que se toman allí importantes decisiones tanto políticas como jurídicas.
Que en los palcos ocurren cosas que trascienden el mundo del fútbol está fuera de toda duda. Y que se hacen negocios o se preparan es algo que cualquiera que no sea ciego se da cuenta de ello. Ya lo había comentado Jesús Gil en su momento, cuando se refirió al citado palco como algo "igual que las cacerías del Caudillo". Pero es algo normal, dentro de lo que cabe, aprovechar las relaciones personales para la prosperidad de las empresas, en base a la utilización del fútbol como vehículo de entendimiento.
Naturalmente, el palco del Bernabéu suena más y está en boca de todos porque el Real Madrid es uno de los clubes que más se siguen en España y en la capital existe una mayor concentración de autoridades. Pero, no yendo tan lejos, otros palcos y otros directivos también tienen protagonismo económico, aunque a menor escala. Afortunadamente para ellos, no encuentran el eco mediático que tienen los acompañantes de Florentino Pérez y no están expuestos a la 'lupa nacional'.
Ahora bien, las palabras de Piqué no parecen del todo espontáneas y sí inducidas por no sabemos quién ni para qué, aunque me lo imagino. Es normal que moleste en Barcelona la presencia en el palco madridista de la exdirectiva Marta Silva, "la que imputó a Messi y Neymar, y no a Cristiano", dijo Piqué, pero también hay que tener en cuenta que fue directiva del Madrid y ese palco se llena de directivos y exdirectivos, entre otros.
Aquí sí que nadie puede tirar la primera piedra. Si en el Real Madrid y su entorno hay negocios y otro tipo de actividades, en el del Barcelona también las hay, y algunas de ellas quizá se están juzgando actualmente.
