Toquemos madera porque los últimos artículos de esta columna se están refiriendo a personajes del mundo del deporte que dejan este mundo y, por lo tanto, nos dejan a nosotros únicamente con su recuerdo. Y se nos mueren algunos de nuestros ídolos de la infancia (cuando no veíamos la televisión en color), casi todos ellos después de dejar una honda huella en el deporte al que se dedicaron, en el que fueron grandes protagonistas y verdaderos ejemplos de deportistas en los que pudieron mirarse sobre todo los más jóvenes.
Ese ha sido el caso de Juan de Dios Román, quien, junto con su mentor Domingo Bárcenas, lo fueron todo para el balonmano español. Bárcenas mantuvo el nivel competitivo internacional de la selección cuando era muy difícil y Juan de Dios, su alumno aventajado, terminó de afianzar a España en la élite mundial. Bárcenas y Juan de Dios fueron para el balonmano lo que Antonio Díaz Miguel fue para el baloncesto, unos adelantados a su época que aprendían en el exterior las últimas novedades con el único afán de hacer avanzar su deporte hacia cotas superiores.
En este caso, unos precursores del balonmano moderno.
Donde primero recordamos a Juan de Dios Román es en “su” Atlético de Madrid, al que entrenó muchos años durante varias etapas. Y después fue seleccionador nacional, habiendo participado nada menos que en tres Juegos Olímpicos (Los Ángeles, Atlanta y Sidney), con un balance de dos medallas de bronce.
Él era principalmente un profesor, su carácter tenía siempre un tono didáctico (había estudiado INEF, Magisterio y Filosofía y Letras), pero demostró muchas veces en los banquillos un genio de mil demonios, que pagaban principalmente los árbitros. Tras su paso por los banquillos fue presidente de la Federación Española durante un tiempo, en el que trató de apuntalar en los despachos su labor en las canchas.
Tuvo a sus órdenes a buena parte de los mejores jugadores de la historia del balonmano español. Recordamos gente de los años setenta y ochenta como el mítico Perramón, Sagarribay, De Andrés (el de las coderas), Cecilio Alonso, Lorenzo Rico, Papitu y otras leyendas de este deporte que son recordadas con veneración por su gran categoría demostrada en las pistas a lo largo de muchos años.
Descanse en paz Juan de Dios Román, el hombre que más partidos dirigió a la selección española (221), al que tuvimos ocasión de entrevistar en su día y que ha dejado verdadera huella no sólo en el balonmano sino en todo el deporte nacional.
