En varias ocasiones, a lo largo de la competición liguera, saltan a la actualidad las actuaciones de los árbitros y con ellas la discusión de si favorecen a unos u otros. Hace más de treinta años, el conocido periodista José María García ya comentaba en sus programas radiofónicos que el Real Madrid y el Barcelona partían en la liga "con ocho o diez puntos de ventaja con respecto a sus rivales", por la inclinación que los hombres del silbato mostraban hacia los grandes. teoría que se podría mantener en pie, sin ir más lejos, esta temporada que estamos disfrutando.
Eran otros tiempos, pero poco hemos avanzado en ese aspecto. Incluso en el ámbito informativo hemos ido a peor porque la pretendida objetividad de quienes opinaban ha dado paso al forofismo más absoluto en las tertulias, olvidando una de las principales características del periodismo: la objetividad. Pero esa es una batalla perdida; ahora, unos periodistas simpatizan con el Madrid y otros, con el Barça. no sé si será para darle algo de picante a las discusiones porque, lógicamente, lecciones de imparcialidad no dan muchas. antes, al menos, se trataban de disimular las preferencias.
Ahora, con los árbitros de nuevo en el punto de mira, las posiciones se han extremado e incluso algunos medios informativos, sin rigor alguno, han rizado el rizo descalificando victorias de uno y especulando con los resultados que se hubieran producido dependiendo qué circunstancias, sólo para contentar a la parroquia.
Otro aspecto es el comportamiento arbitral en este asunto. Cuando se ven atacados apelan al Comité de Competición, casi siempre siguiendo criterios de conveniencia y con la oscuridad más absoluta para el público que sigue el mundo del fútbol. el silencio es la situación en la que mejor se mueve el estamento arbitral y aunque todos los pongan tibios, ellos parecen disfrutar dejándose menospreciar para dar después su respuesta en los terrenos de juego. por eso, nadie, y mucho menos los equipos clasificados en la zona baja de la tabla, se atreve a rajar abiertamente contra los colegiados, porque los conocen y saben que podrían cobrar la revancha en el campo. Equipos como el Deportivo y Osasuna, que protestaron algo por considerarse perjudicados, midieron muy bien sus palabras para evitar ser presuntamente represaliados. Mientras tanto, los que designan 'digitalmente' a los árbitros siguen las consignas de siempre. Complacer sobre todo al de casa, sin que haya diferencias notables en sus actuaciones (y, por tanto, en sus ingresos). eso de la `nevera' no existe más que para la prensa. Si un árbitro es apartado alguna jornada se le compensa más adelante y asunto concluido. De lo contrario se provocaría un malestar grande que sí podría tambalear las estructuras.
A título informativo, el árbitro que más partidos ha dirigido en esta primera vuelta ha sido el valenciano Martínez Munuera, que ha pitado en 12 ocasiones, seguido de González González y del gallego Iglesias Villanueva, con 11. Los demás, todos están entre los ocho y 10. Esta igualdad se estrechará todavía más salvo situación inesperada por parte de alguno conforme avancen las jornadas. el sistema `digital' es mejor que cualquier sistema informático que pueda programar las actuaciones arbitrales, entre otras cosas, como dicen los de Comité Nacional, porque el factor humano es un componente básico a la hora de dar partidos a unos u otros, en razón a su estado anímico, cosa que ningún ordenador podría medir.
Por lo tanto, la conclusión a la que llego es que las cosas van a seguir igual, con los mismos beneficiados, y a los demás, que Dios los ampare. Los que ganen callarán y los que pierdan protestarán hasta que ganen. Y así sucesivamente. para los árbitros, el problema está resuelto.
