EL NUEVO DEPORTIVO
lll
17º-23º

EL NUEVO DEPORTIVO


Usuario

No hemos comentado todavía en esta columna la actualidad del Deportivo y su nueva disposición para afrontar una temporada que no se prevé tranquila, ni mucho menos. Si la impresión que dio el equipo frente al Real Madrid pudo ser aceptable en algunos momentos, pese al 0-3 adverso, la imagen que dejó frente al Levante, a pesar del 2-2 fuera de casa, fue francamente lamentable, en la línea de actuación de las dos últimas temporadas en las que tantos apuros se pasaron.

Pero las declaraciones de los últimos días del entrenador deportivista, Pepe Mel, nos han invitado definitivamente a la hora de opinar acerca del presente y del futuro del equipo. Dice el técnico que no se imagina otra cosa que no sea pasar "una temporada tranquila" y basa sus previsiones en que considera que tiene un equipo suficiente para hacer una campaña digna. "Todo lo que no sea eso ­añadió- sería un fracaso personal", declaraciones que seguramente han hecho las delicias de la junta directiva, primero porque vienen a reforzar su trabajo en los despachos y, en segundo lugar, porque en caso de que la marcha no transcurra en la dirección deseada, les han puesto el cese del entrenador en bandeja a los rectores del club.

No son muy habituales unas manifestaciones parecidas en el mundo del fútbol, en el que todos los entrenadores consideran siempre que les falta algo para completar la plantilla. Incluso este año el propio Mourinho quería más, pese a que su directiva se gastó sus buenos dineros en refuerzos. Por no hablar de otros técnicos eternamente insatisfechos. Sin embargo, Mel cree que ya está bien porque definió lo que tiene como "una gran plantilla, con tres excelentes delanteros, ocho defensas extraordinarios, buenos porteros y un gran medio del campo". Le faltó remachar la opinión añadiendo que todo lo que no sea luchar por la "Champions League" sería otro fracaso.

Quizá Mel habría tenido que recordar, antes de realizar este tipo de declaraciones, que la actual directiva ya estuvo dudando si dejar o no el equipo en sus manos una vez finalizada la temporada pasada. Y si se inclinaron por la continuidad fue, en gran parte, porque una de las cláusulas de su contrato estipulaba que en caso de salvación del Deportivo la renovación era automática. De lo contrario, la directiva tendría que haber hecho pasar por caja al técnico. Y así, de momento, han salvado unos dinerillos...

Ahora bien, tal vez Pepe Mel ha querido dar "jabón" a sus dirigentes y decirles lo buenos que son y lo capacitados que están para confeccionar una plantilla de garantías, en la línea de las declaraciones que hizo el director deportivo un par de días antes que él. O tal vez haya querido subir la moral de sus pupilos, ensalzándolos para elevarles la moral. Quién sabe...

Al empezar la pasada temporada todo el mundo coincidía en que la plantilla deportivista tenía categoría para situarse en la mitad de la tabla, sin apuros. Lo mismo que ahora, pero sin declaraciones tan precipitadas. En esta nueva temporada, los retos vuelven a estar sobre la mesa ­sobre el césped- porque ya no hay lugar a las protestas si las cosas se tuercen. Desde luego, si de algo estamos convencidos es de que la competición no va a tener nada de tranquila porque nadie regala nada y la plantilla blanquiazul viene a ser bastante parecida a la de las últimas temporadas en las que tan sólo un milagro salvó la coyuntura deportiva y, por ende, la económica.

Y otra cosa también está clara. Si la marcha deportiva no va bien, Pepe Mel tiene, hoy por hoy, menos posibilidades que ningún otro entrenador de comer el turrón al frente de su equipo.

EL NUEVO DEPORTIVO

Te puede interesar