Los aficionados al deporte, con la ayuda de los medios de comunicación, tratan de pasar estas fechas del coronavirus de la mejor manera posible. Una de ellas es seguir el archivo de las televisiones, que desempolvan imágenes de hace veinte o treinta años que ya ni recordábamos (por cierto, qué miserables fueron siempre los del Tour de Francia con los ciclistas españoles. ¡Y nunca les pagamos con la misma moneda!).
Otra forma de pasar el tiempo es la de recurrir a aquella vieja fórmula de hacer equipos de fútbol de todos los tiempos, tanto compuestos por jugadores españoles como por todos los futbolistas que han existido. Siempre salen los mismos nombres, pero como entretenimiento no está mal porque también te obliga a hacer memoria y recordar a los jóvenes que en el pasado hubo muchos futbolistas tan buenos o mejores que los actuales.
Pero la actualidad –aunque no da muchas noticias- siempre ofrece frescura y ante eso todos nos rendimos. Así, está siendo muy comentada la propuesta de Rubiales para Segunda División “B” y Tercera División, consistente en jugar los “play offs” a partido único, que no haya descensos para los equipos y que se de por concluida la temporada regular con las clasificaciones existentes en la actualidad. No está mal pensado y se lo reconocemos al presidente federativo. Asimismo, Rubiales ha pensado en un plan de tres o cuatro años para igualar la composición de las categorías a la situación actual. Todo muy bien si no fuera porque la semana pasada opinaba lo contrario. ¿A quién nos recuerda este vaivén mental y de gestión?
Y, como siempre, el nombre de Rubiales va unido al de Javier Tebas, el presidente de la LFP, de los clubes. Éste, en una clara maniobra política, ha sido cesado como vocal del comité directivo del Consejo Superior de Deportes por la actual directora, Irene Lozano, la “negra” que escribió un libro de Pedro Sánchez, autor directo de su sorprendente nombramiento dado que la máxima responsable actual del deporte español nunca había mostrado ninguna ligazón con esta actividad a lo largo de su vida.
Mientras tanto, las autoridades políticas y los responsables deportivos harán muy bien en ir ideando la manera de arrancar todas las competiciones que se encuentran paradas por causa del conocido virus. A lo mejor, pensando las cosas entre todos con calma y con sentido común pueden salir soluciones satisfactorias o en el peor de los casos, que no disgusten a la mayoría. Algunos, seguramente, no serán capaces de hacer un ejercicio de humildad y dejarse aconsejar por los técnicos. Pero mientras suban en el CIS…
