Me cuentan que el Real Club Deportivo ‘pasa’ de recurrir la sanción que el Comité de Competición impuso a Fernando Vázquez (dos partidos) y al doctor Carlos Lariño (cuatro partidos). ¿Hace bien el club en no poner el grito en el cielo? Pues quizá hay que aceptar ‘pulpo como animal de compañía’. Siempre parto de la base que ser árbitro es muy complicado, que su labor no es nada sencilla. Sin embargo, no entra en la lógica este planteamiento del papel actual de los colegiados en el fútbol profesional. No me entra en la mi mollera viendo lo que estoy viendo. ¿Para que sirve el VAR? Pensaba que era como elemento de apoyo en las decisiones de los trencillas, pero no. Pitar un penalti como al Celta el martes es para mear y no echar gota. El que le pitaron al Depor ya tiene delito, pero aquí no pasa nada. Parece que hay un ente, el estamento arbitral, por encima del bien y del mal.
Decía que si los futbolistas como profesionales entrenan un día sí otro también, ¿por qué no ocurre lo mismo con los árbitros? A la vista de los cientos y cientos de millones de euros que se juegan los clubes, ¿cuál es la razón por la cual no se profesionaliza a los colegiados? Que trabajen a lo largo de toda la semana viendo partidos, corrigiendo errores, unificando criterios y, sobre todo, mejorando sus actuaciones con incentivos por parte del Comité Nacional.
En el tema de los comités sancionadores es otro cantar. ¿Cuál es la razón de que no se formen comités serios? ¿Por qué no componen los propios colegiados, los jugadores y también como es lógico un jurídico para darle forma? O voy más lejos, ¿por qué a través de la patronal no existe un comité de ética profesional formados por exfutbolistas? ¿Cuál es la razón por la cual quede impugne que un jugador engañe a un árbitro en el área simulando un penalti y se le premie pitándolo? ¿No debería ser sancionado? Se ve que al poder establecido en el fútbol le va bien así. Pena.
