Mejor no contar milongas. ¿Quién es el guapo que no se muestra nervioso, intranquilo o preocupado por la trayectoria del Depor en este inicio liguero? La mayoría de sus aficionados y creo que también los que tienen la responsabilidad de que el equipo carbure como dios manda, pero la tarea no es muy sencilla.
La gestión a nivel deportivo de los que estuvieron al frente de la entidad no pudo ser peor, bien por desacierto o porque los responsables de ejecutarla fallaron estrepitosamente. Pero el declive en dicha parcela, lamentablemente, es tan evidente que nadie del club fue capaz de evitarlo.
Si el anterior consejo de administración se vio forzado a arrojar la toalla, reconociendo así públicamente no sentirse capacitado para frenar esa caída libre, los actuales responsables del centenario club consideran que hay que cerrar filas entorno a Carmelo del Pozo, único responsable del actual proyecto deportivo. Es la última oportunidad para demostrar que su apuesta es viable y por dicho motivo está gozando de tiempo suficiente para detener la sangría, a pesar de las tres derrotas consecutivas que lleva el equipo. En el partido de El Molinón habrá mucho en juego y tanto Del Pozo como Anquela son conscientes de la importancia de ganar para no echarse más tierra encima.
