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Tino Fernández está marcando los tiempos desde que tomó posesión del sillón del Depor. Está claro que la prioridad inicial, muchas veces poco reconocida, fue la de poner orden en las maltrechas cuentas del club. Otro de sus objetivos pasaba por profesionalizar áreas vitales de la entidad y hacer que la misma funcionase como una empresa.

En el acuerdo entre el Concello y el Depor se dejó ver la mano de Negreira, que ayudó lo suyo durante su mandato

El acuerdo alcanzado con Abanca da un carpetazo a una situación caótica y con dicho pacto se logra estabilizar al Depor aumentando nuevos horizontes. Ni que decir tiene que el Concello de A Coruña también puso de su parte. Xulio Ferreiro no se lo pensó dos veces y tomó el testigo del exalcalde Negreira, que fue un gran valedor del club durante su mandato al dejar las bases sentadas para que los colores de la ciudad sean los mismos, caminar de la mano en el futuro. La llegada de Juan Carlos Escotet a la presidencia de Abanca cerró el círculo. Pero el trabajo de Tino y sus compañeros de consejo acaba de empezar. Tres años llevó solucionar un problemón, pero se avecinan otros. Ahora el gran objetivo en la temporada que se inicia hoy (1 de julio) es armar una escuadra para mantener el tipo algo más dignamente en la élite del fútbol español. Lograrlo daría nuevos bríos y nuevos tiempos. Incluso permitiría profesionalizar la parcela deportiva más y mejor. Otro paso.

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