Cuenta que ésta ha logrado ser un modelo a seguir para otras en poco más de dos años, según un estudio realizado entre los clubes de la élite del fútbol español. Tanto es así que en la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se ha planteado en numerosas ocasiones seguir los pasos del Depor.
Y es verdad, las cosas como son. Tino Fernández puso al Depor con la proa mirando el futuro en las diferentes áreas de la entidad profesionalizándolas, después de estabilizar al club en lo económico y marcando una clara política del gasto.
Desgraciadamente en lo deportivo no ha sido así. En dicha parcela no se puede hacer peor. Internamente las desavenencias han sido tan graves que acabaron con la salida de uno de los consejeros, el hombre fuerte en la política deportiva. Luego, tras él, siguió sus pasos el secretario técnico. Las miserias quedaron al descubierto y el primer equipo deambula al acantilado que irremediablemente lleva a Segunda, ya que no hay otros equipos que tengan un rendimiento inferior para salvarse como en anteriores cursos. Tino, en este apartado, ha tomado las peores decisiones. Ahí no es ejemplo.
