Que buen cuerpo se le quedó al aficionado blanquiazul con el partido del Depor, pese a la derrota en el tiempo añadido ante el Atlético de Madrid. La cara de cartón debieron tenerla los responsables de confeccionar la plantilla y también buena parte del consejo de administración, porque verían que tardar en tomar decisiones claras es nocivo a la larga. Amén de que las ‘cagadas’ en las contrataciones salen a la luz cuando llega alguien al banquillo con una pizca de sentido común.
Pero en el fútbol, como en la vida misma, todo se complica. Es cierto que los entrenadores tienen mucha incidencia en un vestuario, pero también lo es el grado de compromiso de los futbolistas con su técnico.
Tomar decisiones correctas siempre beneficia y prueba de ello son las buenas sensaciones del equipo
Si reparamos en el Depor, la llegada del tándem Parralo-Manjarín parece que ‘mola’ a los futbolistas. Por decir algo, veo más implicados a algunos. Por ejemplo, Sidnei y a otros, que con Mel estaban muy lejos de su nivel.
Lo dicho, que se me antoja muy bonito e idílico que se diga que el Depor mejoró mucho y todas esas cosas lindas, pero la verdad es que se sumó una nueva derrota que obligará a apretar los dientes y para ello es importante que los futbolistas sigan demostrando que están implicados. Queda mucho por delante.
