No valen más excusas. Ni vale el discurso de que el Depor está sobradamente capacitado para no pasar apuros por la permanencia. Es evidente que la plantilla es mejor que unas cuantas de esta Liga, pero se ha metido en el lío por méritos propios. Por errores puntuales, fallos de concentración, por no mantener la intensidad en las segundas partes o por entrar mal en los partidos. Sea o no injusta la posición que ocupa el equipo, no vale para nada echar de menos lo que no se tiene ni se tuvo, puntos, y lo único lógico es hacer un `reset', comenzar no de cero, pero sí hacer algunos cambios importantes para que el equipo compita y consiga la victoria en Leganés.
Porque este partido marcará la serie de cuatro que se jugarán de manera inminente en solo 12 días. Tras la visita a Butarque llegará el Atlético a Riazor, después se viajará Gijón y se recibirá al Betis. Pero no miren más allá de este partido, del envite ante el 'Lega'.
Si el Depor no gana y tampoco lo consigue ante el Atlético puede llegar al enfrentamiento en El Molinón completamente hundido y en condiciones de ser alcanzado y superado por el equipo asturiano, por el Granada y ya sobrepasado por el propio Leganés.
No vale otra cosa que no sea la victoria fuera de casa, la primera, ante un recién ascendido que lleva una racha tan mala como la del Depor. 'Resetear', ganar o meterse directamente en el infierno.
