La contestación de Pepe Mel a una pregunta absolutamente normal del compañero Pepe Torrente en la rueda de prensa de este domingo, con chiste de mal gusto incluido, y cerrando la disertación cuando él quiso, parece un signo evidente de que el entrenador está preocupado. Y no es para menos. Pero un hombre con semejantes tablas no debería estar preocupado por la pregunta en cuestión, sobre el sistema y si los jugadores andaban o no perdidos por el campo, ni mucho menos contestar de la injusta manera que pudimos escuchar.
Tiene que estar preocupado Pepe Mel de que haya incidido con sus jugadores en cómo marca la Real, videos incluidos, y no le hayan hecho ni puñetero caso. Tiene que estar preocupado en la forma de salir al campo de sus hombres. Hay más actitud en cualquier redactor de este periódico entrando cada día por la redacción que alguno de sus jugadores en el inicio del partido, con un 0-2 antes del minuto cinco.
Tiene que preocuparse de que los rivales le destrozan entre líneas, le crean un peligro constante, le generan y le marcan goles de todos los colores (nueve en tres partidos). Debe preocuparse de saber dosificar a sus futbolistas en la segunda parte, o de que le escuchen, al menos, cuando pide calma... Y de bastantes cosas más. En fin, que tiene mucho de que preocuparse sin tener que forzar un final así en una rueda de prensa. Eso solo nos trae ciertos recuerdos. Preocupantes.
