Los males del Depor esta temporada son tan evidentes como de solución complicada y, a pesar de ello, esperamos que se cumpla el objetivo de la salvación porque, incluso con errores, el equipo está capacitado para quedar por encima de la posición que ahora 'digiere' en la tabla clasificatoria.
Buscando reflejos y referencias en los dos últimos partidos nos encontramos con las claves negativas de este plantel. O llega tarde al partido, o se marcha antes de tiempo. Cuando los pupilos de Garitano quisieron poner remedio a su mala salida a Ipurúa, ya perdían por dos a cero. Es el ejemplo de un choque al que se 'llega tarde'. Luego, ya se sabe: a remolque todo el envite, jugando bien, con buena imagen, pero perdiendo.
En San Mamés nos encontramos con la otra situación que condena, y mucho, a los coruñeses. Se escapa un punto con empate a uno en el minuto 88. Se esfuma la oportunidad de regresar de un campo complicado con botín y se alarga la mala racha general y la particular lejos de Riazor. Y, repito, no parece que tenga fácil solución porque hemos pasado ya el ecuador de la temporada y las cosas siguen más o menos igual. Más que errores de Garitano son del colectivo, aunque el responsable es el entrenador. Pero estos dos choques precedentes han sido fuera de casa. Mañana el Depor juega en Riazor. Esperemos que sea otra historia y los blanquiazules sean los primeros en llegar y los últimos en salir... Del partido.
